Si tuviéramos que escoger una de las bodas del año, la decisión estaría muy discutida. Ahora bien, el enlace entre el futbolista Sergio Ramos y la presentadora, Pilar Rubio, seguramente tendría muchos números para ser la elegida. Y es que la pareja no reparó en gastos: una noria, autos de choque, música en directo… Una celebración por todo lo alto que no dejó a nadie indiferente.
Una boda muy esperada
Después de siete años de noviazgo y tres hijos en común (Sergio, Marco y Alejandro), la pareja decidió oficializar su relación pasando por la vicaría el pasado 15 de junio. El lugar elegido no podía ser más espectacular, la Catedral de Sevilla.
La capital hispalense acogió alrededor de 400 invitados, quienes acudieron a la catedral y horas más tarde a la finca que el jugador tiene en Bollullos de la Mitación (Sevilla) donde celebraron el banquete.
Sergio Ramos y Pilar Rubio contrajeron matrimonio en la catedral de Sevilla.
A continuación te recordamos cuáles fueron las claves de una boda que por muchas razones no dejó a nadie indiferente: los invitados, el vestido de la novia, el menú, las normas acerca de la indumentaria, la música, los espectáculos que amenizaron el «bodorrio»… todo fue sencillamente, único.
David Beckham, Pablo Motos o Nati Abascal, entre los invitados
Desde primera hora de la mañana, los sevillanos estaban expectantes esperando la llegada de los invitados.
El desfile fue eminentemente futbolístico. Así, entre aplausos y gritos se pudo ver cómo entraban a la catedral sevillana jugadores y autoridades deportivas. Entre ellos, el presidente Florentino Pérez que fue testigo del enlace, y Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del club.
Tampoco faltaron jugadores como Roberto Carlos, Fernando Hierro, Pedja Mijatovich, Pepe Reina o David Beckham, cuya aparición junto a su mujer, Victoria, puso al público que allí estaba congregado al borde de la histeria.
David Beckham publicó en su Instagram una foto suya felicitando a Sergio Ramos en su boda.
El guardameta Pepe Reina también fue otro de los que no quiso perderse la boda y acompañar a los novios en un día tan especial.
Pepe Reina y su mujer posando en la Catedral de Sevilla.
Los invitados más mediáticos
Por parte de la novia, no podían faltar sus compañeros del programa de televisión «El Hormiguero». Pablo Motos, su director, viajó a Sevilla para arropar a la colaboradora, a quien se la pudo ver encantada de tenerlo cerca.
Pablo Motos, director y presentador del programa «El Hormiguero».
También asistieron personajes del mundo de la música, como Antonio Carmona, Niña Pastori, el cantante sevillano DMarco y personajes de la vida social como la incombustible Nati Abascal, quien rompió el protocolo del vestuario con un tocado y traje rosa.
Nati Abascal llevó un vestido de un color «prohibido» saltándose el protocolo.
Normas sobre la indumentaria de los invitados
Una de las peculiaridades de esta boda, sin duda, fue el hecho de que la pareja enviara «instrucciones específicas» a los invitados acerca de la ropa que no debían llevar a la ceremonia.
Una decisión que trajo consigo mucha polémica, pero que la mayoría de los asistentes cumplieron al pie de la letra.
Las invitadas no podían vestir de blanco, verde, rosa, rojo y naranja. Así que la entrada a la catedral se convirtió en un reguero de mujeres elegantísimas que lucían vestidos de colores oscuros, algunos dorados y plateados y otros como el de Nuria Roca y Niña Pastori, que se atrevieron con el morado.
Un tatuaje como invitación
Otra de las particularidades de la boda fue la forma de entrar. Y es que para tener acceso los invitados debían mostrar un tatuaje adhesivo y personalizado que llevaban en el interior de la muñeca.
Además, era intransferible y en el caso de las parejas, no se podía intercambiar.
El dibujo consistía en un unicornio. Un símbolo que coincide con el nombre que la pareja puso a la cuenta corriente donde los invitados podían hacer las donaciones que quisieran: Boda Unicornios.
La llegada de la novia
Si de algo se habla durante las semanas previas a una boda es del traje de la novia. Nada crea tanta expectación. Y la boda de Pilar Rubio no fue una excepción. La colaboradora llevaba un vestido con un escote pronunciadísimo, una larga trenza, pendientes enormes y un ramo de calas negras a juego con las que llevaba su futuro esposo en la solapa.
Lo mejor de todo es que Pilar se bajó del Cadillac que la llevaba a la catedral y recorrió a pie el último tramo, así todo el público tuvo la oportunidad de ver con todo detalle el traje, el peinado y la enorme sonrisa de felicidad que acompañó a la madrileña todo el día.
Una fiesta por todo lo alto
Como un sueño hecho realidad, la boda de Pilar Rubio y Sergio Ramos contaba con una noria gigante, una pista de autos de choque y jaimas al estilo sahariano, además de baile y música.
Sergio Ramos y Pilar Rubio instalaron una noria gigante.
La música, sin duda, fue el broche de oro a una fiesta que duró hasta el amanecer. Durante semanas se rumoreó que el grupo AC/DC sería el encargado de ponerle banda sonora a la boda. Sin embargo, finalmente, los asistentes bailaron y corearon los temas del mítico grupo de rock «Europe».
Los últimos invitados se marcharon de la finca 24 horas más tarde, en el último autobús que la pareja dispuso para trasladar a los asistentes de vuelta a Sevilla.
Un regalo de la tierra
Los 400 invitados de la boda fueron obsequiados con una botella de medio litro de aceite de oliva Oro Bailén. Según dijo el propio Ramos, «el mejor aceite del mundo».
Sergio Ramos y Pilar Rubio regalaron una botella de aceite como recuerdo del enlace.