Concha García Campoy: las preciosas palabras de su hijo a los 10 años de su muerte

Ayer se cumplieron 10 años de la muerte de una de las periodistas más reconocidas de nuestro país, Concha García Campoy, a los 54 años y a causa de la leucemia.

Para homenajearla en este día, su hijo, Lorenzo García-Campoy, también periodista, ha querido tener un precioso detalle con ella a través de una sentida y emocionante carta abierta a su madre, en la que detalla cómo se siente tras su pérdida y lo duro que ha sido para él y su familia asumir su adiós.

Homenaje a su "patrocinadora de felicidad"

Lorenzo, a punto de ser papá por primera vez con su mujer, Paloma de la Hoz, ha escrito esta preciosa carta de su puño y letra que ha compartido en 'Vanitatis': "Con la muerte de una madre se vive el resto de tus días. Ni se supera ni se cura. Aprendes a vivir con ese vacío. (...). No se me ocurrirá negar que sí, que se puede ser muy feliz a pesar de que la vida te arrebate de una forma tan prematura a tu principal pilar. O, como me gusta pensar, a la que fue mi 'patrocinadora de felicidad' en tantas ocasiones", escribía.

"¿Cómo se supera la muerte de una madre? ¿Es acaso posible? Son las mismas preguntas que egoístamente le hice a Gonzalo Miró cuando Juan Ramón Gonzalo y él me arroparon en la etapa más difícil de mi vida y que nunca he sabido cómo agradecer ni corresponder. Gonzalo en esa cena fue tremendamente honesto y me advirtió que me quitase esa idea de la cabeza".

El periodista intenta recordar todos los '10 de julio' junto a su madre apartando la nostalgia y recordando otros veranos que sí pudieron disfrutar juntos en sus islas favoritas: Ibiza y Formentera.

De hecho, el periodista contrajo matrimonio el pasado año en Ibiza, en la misma iglesia en la que se bautizó, por lo que ya es un enclave especial para la familia.

Aunque Concha naciera en la provincia de Barcelona, su desarrollo profesional se dio en las Baleares, lugar en el que ha vivido muy buenos momentos con sus hijos y su marido: "Sigo yendo todos los veranos a nuestra Ibiza y me llevo estos recuerdos conmigo: como digo, no me queda otra. Intento crear los míos propios en nuestros sitios, pero es complicado", concluye.