Concha Velasco: "Gracias a Tony Leblanc pasé de ganar 45 a 3.500 pesetas diarias"

A pesar de que le acababan de poner la segunda vacuna contra el COVID-19, Concha Velasco derrochó simpatía y buen humor en la presentación de "La habitación de María", una obra escrita por Manuel, su hijo mayor, con la que regresa al Goya. "Éste es mi teatro y venir aquí es como volver a mi casa", repitió la actriz vallisoletana en más de una ocasión, demostrando el cariño que le tiene al conocido local barcelonés, en el que ha cosechado grandes éxitos. 

PRONTO: Te vemos de nuevo sobre el escenario y con otra obra de tu hijo.

CONCHA VELASCO: Sí, tengo la suerte de tener a uno de los mejores escritores que, además, da la casualidad de que es hijo mío. Manuel también escribió "El funeral", la obra que más ha recaudado hasta la fecha.

P.: En "La habitación de María" das vida a una octogenaria agorafóbica que no se atreve a salir de su casa. Una metáfora del confinamiento. 

C.V.: Sí. Isabel Chacón, mi personaje, es una mujer muy culta y una gran escritora que vive en lo alto de un rascacielos de Madrid, en un apartamento en el que lleva 43 años encerrada y que, de repente, arde en llamas. Para escribir la obra, mi hijo se basó en una señora a la que conocemos y a quien le había pasado lo que a mi personaje. También tiene momentos de risa, que son muy necesarios. 

"Por Berlanga me teñí el pelo del pubis de color fucsia" 

P.: ¿Tienes algo del personaje al que interpretas?

C.V.: Desde luego, en lo de estar encerrada, no. Pero sí que nos parecemos en que Isabel es una gran lectora y una mujer muy culta. Los dos meses que estuve encerrada por la pandemia releí un montón de libros. Tengo una buena biblioteca en casa, porque soy una gran lectora y una persona autodidacta, pero muy culta. 

P.: Y gran defensora de tus ideas, incluso de las políticas.

C.V.: Sí, además de mi trayectoria profesional, mi carrera política ha sido muy importante y me siento muy orgullosa de ella. Soy miembro de la Fundación Pedro Zerolo. Él y yo conseguimos que se legalizara el matrimonio entre homosexuales en nuestro país. 

P.: También has trabajado con los grandes, como Tony Leblanc y Berlanga. 

C.V.: Gracias a Tony pasé de ganar 45 a 3.500 pesetas diarias. Y a Berlanga le insistí para que me diera un papel en "París-Tombuctú". Para el "casting" tuve que teñirme el vello del pubis de color fucsia y enseñárselo. Me contrató.