El Cordobés: cómo será su nueva vida tras retirarse de los toros

El 25 de abril de 1993, Manuel Díaz recibió la alternativa en la Maestranza de Sevilla, con Curro Romero como padrino y un joven Juan Antonio Ruiz, Espartaco, como testigo. Han sido tres décadas llenas de reconocimientos profesionales, tardes llenas de triunfo en las plazas así como graves cogidas. Y un carisma que hizo que, en los años 90, se convirtiera en uno de los toreros más populares. Y para celebrar este aniversario redondo, el diestro ha decidido cortarse la coleta y retirarse del albero.

“Será cerrar un ciclo de mi vida que me lo ha dado todo”

“No estoy triste, estoy supercontento y animado. Será cerrar un ciclo de mi vida que me lo ha dado todo, que me ha hecho ser quien soy. Con mucho agradecimiento a mi gente, a mi familia, a la familia taurina, compañeros, ganaderos, empresarios, apoderados y toreros de plata, que siempre han estado a mi lado. Gracias, gracias, gracias”, ha explicado el diestro, que afronta su retirada con el deseo de despedirse de todos sus seguidores en las plazas, agradeciendo todo el apoyo recibido durante sus años de trayectoria.

Todo un futuro lleno de proyectos e ilusiones.

Ahora llega el momento de centrarse en otras facetas de su vida, especialmente la familiar, ya que, tras toda la vida reivindicando su deseo de conocer y llevarse bien con su padre biológico, el también torero Manuel Benítez, todo apunta a que podrían llegar a tener una buena relación.

También tiene proyectos profesionales relacionados con el mundo de la tauromaquia así como una empresa dedicada a las energías renovables. Todo un futuro lleno de proyectos e ilusiones.

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