Corinna: todo sobre sus encuentros con el comisario Villarejo
La alemana habla de sus encuentros con el oscuro comisario Villarejo y de cómo Juan Carlos la atacó en su punto más débil: sus hijos
Al principio, Corinna confió en Villarejo, aunque lo vio como un tipo bastante raro.
Dicen que todo vale en el amor y en la guerra y, en uno de los capítulos del podcast 'Corinna y el rey', la empresaria alemana explica el mal momento que pasó cuando se truncó su relación con el rey emérito y tuvo sus famosos encuentros con el comisario Villarejo.
Los dos examantes se enzarzaron con el trasfondo de a quién pertenecían los 65 millones que, según ella, Juan Carlos le regaló y luego él quiso recuperar...
Corinna: "Creí que Villarejo estaba de mi parte"
Corinna explica que, sintiéndose muy sola porque mucha gente le había dado de lado después de que el Rey y su entorno hubieran minado su reputación, aceptó confiar en el comisario José Manuel Villarejo, al que creía enemigo de Félix Sanz Roldán, jefe del CNI.
"Parecía estar de mi lado y me dijo que podía ayudarme", dice Larsen, a quien el oscuro policía mostró un dosier con los documentos de la supuesta operación que se preparaba contra ella para acusarla de malversación por un proyecto del 2006, en el que había asesorado a Juan Carlos. Villarejo también le habló de la Operación Farinelli.
"Se consideró cuestión de estado que había que fastidiarle la líbido al Rey y planearon castrarle químicamente, dándole hormonas femeninas, para rebajar su ardor guerrero", le contó el comisario, al que vio dos veces más hasta que se percató de que sus intenciones eran justa las contrarias: ganarse su confianza para sonsacarle dónde estaba una documentación muy sensible que obraba en su poder y los servicios secretos españoles querían recuperar a toda costa.
En este capítulo, Corinna presenta al emérito como una persona dura, implacable, que no se iba a detener por nada para, si ella no volvía con él, recuperar el dinero. "Buscaba mi destrucción y fue a por mis hijos", asegura.
Un terrible rumor
Se enteró de que los dos, Anastasia y Alexander, estaban en un chat de WhatsApp con sus exmaridos, Philip Adkins y Casimir zu Sayn-Wittgenstein, y el monarca. Su hijo, de entonces 14 años, se volvió contra ella, pero lo que más le dolió fue una "maniobra" que implicaba a Anastassia.
"A ella se la vio en un barco con el empresario Pepe Fanjul y el Rey en un viaje frente a las costas de Massachusetts y empezaron a circular rumores de que allí habían ocurrido cosas inapropiadas y eso, para una madre, es devastador. Estuve semanas llorando", explica Corinna en el "podcast". No fue lo único: Juan Carlos se puso en contacto con familiares de los chicos para seguir socavando su confianza en ella.
Juan Carlos sabía que había un rumor malintencionado que le relacionaba con Anastassia Adkins, la hija de Corinna.
Caviar y pasta
La empresaria asegura que, después de que en Suiza se la investigara por un presunto delito de blanqueo de capitales, pensó: "Lo han conseguido, me han hundido". Y gastó una de sus últimas bazas: le envió una carta a don Felipe, explicándole lo que su padre le estaba haciendo. Nunca hubo ninguna respuesta.
Y llegó la última jugada: verse personalmente con Juan Carlos. Quedaron citados en su apartamento de Londres y, mientras el personal de seguridad israelí que ella había contratado y los agentes de don Juan Carlos comían en una sala, ellos degustaron el menú preferido de Juan Carlos: caviar y pasta.
Corinna asegura que, mientras ella le pedía llegar a un solución pacífica para salir de aquella pesadilla, él, acercándose a ella y hablando muy alto, llevaba la conversación hacia el dinero. Y entonces se dio cuenta: Juan Carlos estaba grabando aquella conversación y "decidí que presentaría un recurso legal en el Reino Unido. Fue un día triste porque vi que su alma era muy oscura".