David Bisbal: “Es muy duro que mi padre no me reconozca”
El cantante almeriense ha presentado “Bisbal”, un documental sobre sus 20 años de carrera, donde se desnuda emocionalmente
El 17 de octubre se estrena en Movistar Plus+ 'Bisbal' un documental que repasa los 20 años de carrera de David Bisbal y donde descubrimos al artista, padre, hijo y amigo que se oculta tras los focos.
A sus 44 años y con una gran trayectoria musical, el artista se siente pleno, feliz, en un momento de madurez que no sólo le acompaña en lo profesional, sino también en lo personal, gracias a la estabilidad y la paz que ha encontrado con su mujer, Rosanna Zanetti, y al amor de sus tres hijos: Ella, Matteo y Bianca.
Pero el camino al éxito del almeriense no ha sido nada fácil. Ha tenido baches que sortear, como el excesivo reclamo mediático, la hostilidad e incomprensión de ciertos artistas hacia el fenómeno de 'OT', sus fracasos sentimentales del pasado, la enfermedad de su padre o su reinvención y lucha constante para mantenerse en el complicado mercado musical.
Y todo ello ha querido contarlo y revivirlo por primera vez en este largometraje, que tu Revista Pronto pudo ver en exclusiva en el FesTVal de Vitoria. Allí tuvimos la oportunidad de hablar de este proyecto con el cantante, que fue aclamado en la alfombra naranja antes del preestreno, sobre todo cuando posó con su mujer y no escatimó en besos ni muestras de cariño hacia ella.
El momento más emotivo del documental es cuando Bisbal y su padre charlan juntos
PRONTO: David, en esta película hablas de tus éxitos y de los momentos duros. ¿Te ha servido para cerrar alguna herida que todavía siguiera abierta?
DAVID BISBAL: Efectivamente. La gente quizás me vea con una sonrisa siempre, o dándolo todo en el escenario, pero tengo muchas cicatrices. Y al final me hace gracia porque la gente cree que la herida ha sanado, pero la cicatriz la ves y te hace recordar que has podido superar cualquier obstáculo y que tienes que seguir adelante. Y que si tú puedes, cualquier persona puede hacerlo. La verdad es que me gusta ver mis cicatrices.
P.: Uno de los momentos más duros es la escena con tu padre, donde vemos los estragos de su enfermedad, su falta de memoria, que no te reconoce.
D.B.: Pepe ya no es Pepe, ya no me reconoce ni a mí ni a nadie de mi familia. Ni siquiera a mi madre. Y es duro porque hace apenas tres o cuatro años sí estaba presente. Él sabía que era David, conocía a sus nietos, sin embargo, cuando llega un día y le preguntas quién eres, y te dice: "Me suena tu cara, pero no lo sé", el corazón se te parte en dos. Eso está en mi vida, pero ¡cuántas personas lo viven también!… Por eso, este documental conecta con la gente. Es muy difícil vivirlo, pero hay que seguir adelante.
Lee la entrevista completa en las páginas de la nueva Revista Pronto.