Diego Arrabal: "Vamos a recurrir la sentencia por el caso de Mariló Montero"
La presentadora le denunció por querer vender unas fotos suyas en “topless” hechas en el 2015
Diego Arrabal no está de acuerdo con la decisión judicial.
Tras un largo litigio, la Audiencia de Barcelona ha condenado a los paparazis Diego Arrabal y Gustavo González a 10 meses de prisión y a pagar una multa de 1.440 euros a Mariló Montero, por tratar de vender unas imágenes íntimas de la periodista, tomadas en el balcón de su habitación de hotel, en sus vacaciones de Semana Santa del 2015.
Ahora, las dos partes han confirmado que van a recurrir la sentencia. "Vamos a presentar recurso y llegar hasta donde sea", nos dice Diego Arrabal.
"Lo que realmente quiere esa señora es que nos metan en la cárcel"
PRONTO: ¿Cómo te sentiste al conocer la sentencia?
DIEGO ARRABAL: Aliviado. Porque me la esperaba. Ten en cuenta que la parte contraria pedía seis años de cárcel y el pago de casi 300.000 euros.
P.: También se indica que no podrás ejercer tu profesión durante esos 10 meses.
D.A.: Claro, pero lo que realmente quiere esa señora es que nos metan en la cárcel y nos prohíban trabajar.
P.: Hay que aclarar que vosotros no hicisteis esas fotografías.
D.A.: Actuamos como intermediarios para venderlas. Vimos que eran imágenes de un personaje público, sacadas en un lugar público. No estaban hechas en un recinto privado.
P.: ¿Crees que se han dicho cosas que no son verdad?
D.A.: Sí. Han dado como hechos probados situaciones falsas.
"Las fotos fueron tomadas en una habitación de hotel"
Por su parte, la abogada de Mariló, Carolina González de la Fuente, nos asegura que "todavía no hemos decidido los pasos que vamos a dar".
P.: Diego Arrabal habla de posibles irregularidades...
CAROLINA GONZÁLEZ DE LA FUENTE: Es evidente que el señor Arrabal tendrá su posición, contraria a la nuestra. Pero las fotografías demuestran que se hicieron cuando mi cliente estaba en una habitación de hotel, un lugar privado. Fotografiar a una persona dentro de su habitación no está amparado por la libertad de prensa, porque es ilícito. Y eso no tiene discusión.