Carlos Lozano nos cuenta es su vida tras volver a televisión

La vuelta de Carlos Lozano a la televisión se produce meses antes de su 60º cumpleaños. El popular presentador se mantiene en forma y su ilusión es la misma de sus comienzos.

Carlos se ha puesto al frente de "Sálvame sandía", recorriendo las playas españolas con el fin de recabar la opinión de los bañistas sobre los tertulianos de su programa, así como de distintos temas de la actualidad del mundo del corazón. El resultado nos descubre a personas polémicas, divertidas y que no tienen pelos en la lengua.

Sigue soltero y sin compromiso

PRONTO: Estabas deseando regresar a la tele.

CARLOS LOZANO: Muchas, sí. Es el medio en el que mejor me encuentro.

P.: ¿Tienes buena relación con todos los tertulianos de "Sálvame"?

C. L.: Hay de todo. Me he peleado con muchos en mis anteriores etapas en el programa, pero no soy rencoroso. Yo olvido y perdono.

P.: ¿No resulta contraproducente que un programa busque personas en las playas que critiquen a sus propios colaboradores?

C. L.: Al contrario, es un acto de valentía y honestidad. La gente tiene que opinar, porque es la que nos da audiencia.

P.: Este año te quedas sin vacaciones.

C. L.: Tampoco me las iba a coger. Estoy muy liado con la construcción de mi nueva casa de campo. He montado un huerto y una zona para mis animales. Me lo estoy pasando muy bien, me siento muy ilusionado con estas iniciativas. Y en septiembre mi hija, Luna, se marcha a Londres a estudiar y la acompañaré hasta que esté bien instalada.

P.: ¿Sigues soltero y sin compromiso?

C. L.: Pues sí. Desde mi última ruptura, que fue con Miriam Saavedra, no he tenido una nueva pareja. Sigo sin novia. Mira, el amor llega o no, no busco nada, espero. Estoy muy tranquilo. Si aparece una buena mujer, pues perfecto, y si no, prefiero continuar solo.

P.: Hablas como si esta soledad fuera deseada.

C. L.: La tengo muy asumida. Y conmigo mismo me lo paso muy bien. Cocino, plancho, lavo, limpio… Soy un gran amo de casa. Al final, me casaré conmigo. Te hablo sinceramente, no tengo el menor miedo a la soledad. Creo que todos necesitamos nuestro espacio individual. Disfruto leyendo un buen libro, sentado junto a la chimenea, paseando con mis perros, meditando… Mucha gente no sabe estar sola. Yo sí. Lo que no puedes hacer es estar habitualmente con una pareja con la que discutes continuamente.

"Estoy en un momento muy bueno con mi hija, Luna"

P.: Me estoy imaginando a las parejas a las que te refieres. ¿Cuando miras atrás pesa más el desamor que los buenos momentos?

C. L.: Desde luego que duelen los episodios negativos, pero no guardo rencores, son momentos muy duros y difíciles, pero se olvidan con el tiempo. En el amor he perdonado muchísimo, pero también me perdonaron a mí.

P.: Es que tus últimas relaciones sentimentales, con Mónica Hoyos y Miriam, no finalizaron bien. Lo vuestro acabó siendo una guerra mediática.

C. L.: Aquello está finiquitado. Con Miriam hablé, le dije que la perdonaba por todo lo que me atacó, y me reconoció que no se había portado bien. Y pasamos página.

P.: ¿Con Mónica, la madre de tu hija, te llevas bien?

C. L.: Como bien dices, es la madre de Luna. Hemos discutido mucho, pero al final todo está calmado y tenemos una hija en común a la que no le gusta vernos discutir. Mónica y yo nos respetamos. Y estoy en un momento muy bueno con Luna, porque ha madurado y sabe que su padre ha estado con ella siempre. El 12 de junio cumplió 18 años.

P.: Te veo más delgado.

C. L.: He perdido unos cuantos kilos. Hago habitualmente deporte, me mantengo muy en forma, disfruto de la vida y estoy muy tranquilo.

P.: Este año cumples 60. ¿Te asusta envejecer?

C. L.: No, al contrario, me encanta la "vejez". Llego a los 60 fenomenal, con muchas ganas de hacer cosas, muy activo y feliz. Eso sí, seré un inmaduro siempre, porque me gusta cuidar al niño que llevo dentro. Eso que no me lo quite nadie.

P.: ¿Y sin hacerte la cirugía estética?

C. L.: Lo único que me hice fue un trasplante de cabello. No me he puesto en manos del cirujano estético para nada más.