Entrevista exclusiva a El Koala: "Fue un regalo cantar con Manolo Escobar"

Aunque se hizo conocido en todo el país por su tema ‘Opá, viazé un corrá’, Manuel Jesús Rodríguez no es sólo ese intérprete de rock de verbena que permanece en nuestro recuerdo por esa famosa canción. Su carrera empezó en el año 86 y, desde entonces, no ha parado de trabajar en lo que más le gusta, la música, y siempre cerca de su lugar favorito, el campo.

‘El Koala’ es el seudónimo que le catapultó al estrellato y con el que ha conseguido mantenerse dentro de la industria musical durante todos estos años. Manuel Jesús ha sabido dar con la fórmula del éxito: perseverancia, amor por lo que hace, y saber adaptarse al mercado. “Iremos sacando las canciones de una en una y cuando llevemos cuatro o cinco singles, sacaremos disco en las plataformas digitales”, ha dicho.

En esta entrevista en exclusiva para Pronto.es, El Koala nos ha hablado de su nuevo trabajo, ‘Somos catetos’, un single que dará nombre al disco que está por llegar. Consciente de que los tiempos cambian, ha tenido que reinventarse y ya no podemos encontrar este disco en las estanterías, sino en plataformas como Spotify o Youtube. “Lo mismo hacemos alguna edición en CD o en vinilo para los caprichosos”, nos confiesa.

Amante del campo y del rock, Manuel Jesús nos ha contado si volvería a participar en un reality y cómo surgió la bonita amistad con Manolo Escobar, con quien hizo historia versionando su tema más popular, "Mi carro".

PRONTO.ES: Háblanos un poco de tu nuevo disco, 'Somos catetos'. ¿Se podría decir que es una parodia de tus orígenes? ¿Cuál es el mensaje de este nuevo tema?

EL KOALA: En ‘Somos catetos’ reivindicamos lo rural, la tierra. Todo aquel que sea capaz de reconocer que es ignorante en algo, puede reconocer que es cateto. Al final, todos somos ignorantes en algo. Es como burlarnos de nuestra propia ignorancia. En el idioma de la calle siempre se le ha dicho cateto a personas campesinas, y si esta palabra nos sirve para reírnos de nosotros mismos y de nuestra propia ignorancia, pues estupendo, somos unos catetos, todos, todos los humanos. Con esta canción recuperamos el sonido del ‘Opá’, ‘Soy arbañí’, la versión que hice con Manolo Escobar de ‘Mi carro’... El sonido rock de pueblo es el que he recuperado en este disco.

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P.: Después de sacar tu primer disco como El Koala, titulado ‘Rock rústico de lomo ancho’, has seguido trabajando y te has atrevido con otros estilos. ¿Por qué ahora vuelves a los orígenes?

E.K.: Me he permitido muchos caprichos. He hecho discos de rumba, reguetón, hice un disco de canciones infantiles en 2015 llamado “Cancioncillas nillas”... Este último lo hice desde la perspectiva de un niño que se ha criado en el campo con sus abuelos y comiendo productos del huerto y bañándose en el río. La tierra siempre estuvo antes que el hormigón, pero llegó el estrés, el humano con su prisa... Pero la tierra estaba mucho antes que todo esto.

"No podría vivir en la ciudad"

P.: ¿Sigues viviendo en el campo?

E.K.: Sí, vivo en el campo. Yo en la ciudad no podría vivir. Voy a la ciudad lo justo y necesario. Necesito tocar la tierra, estar en mi huerto a diario, disfrutar de mis perros, del bosque, meter los pies en el río… Mi hábitat es el campo, aunque luego soy ciudadano del mundo. La música me lleva donde tengo que ir, pero donde cargo las pilas es en el campo.

P.: ¿Cómo es tu día a día? ¿Qué tal la vida allí?

E.K.: La vida en el campo es perfecta. Aquí la lluvia riega nuestro huerto. Yo estoy ahora mismo en lo alto de un monte, donde veo el mar, tengo mis perros, estoy en mi huerto con mi guitarrita haciendo mis canciones… Para mí, la vida aquí es esencial. Cuando hago viajes a la ciudad, cuanto más tiempo paso allí, más me gusta el campo. Incluso a la hora de hacer letras y canciones, donde más conecto y me expreso es aquí. ¿Yo qué hago en una ciudad? ¿Le escribo letras a un edificio de 22 plantas?

"Tengo varias canciones para artistas noveles"

P.: Pero has hecho algún disco que habla de la ciudad, también…

E.K.: Sí, hice un disco que se llama ‘El Koala se acerca a la ciudad’, en 2018. Fue un experimento que hice de irme a la ciudad con una bicicleta y, sobre todo lo que iba viendo, iba escribiendo. Pero al final me he dado cuenta de que, donde más cómodo estoy, es en el campo y en la música rock. Es donde puedo defenderme también mejor.

P.: Además de intérprete, también compones para otros artistas. ¿Con quién has trabajado?

E.K.: Para Charo Reina compuse una canción que se llama ‘Loca, gamberra y canalla’ y esa faceta me encanta. Estoy también preparando canciones para ofrecerles a otros artistas. Me da la libertad de poder salirme de mi rollo campesino y poder escribir otras historias que a mí no me sirven. Como Manuel Jesús, puedo componer y escribir para otros artistas y me da un poquito de aire fresco y me salgo del personaje (del Koala) y del campo. Tengo varias canciones para otros artistas que todavía no puedo decir los nombres, pero en el futuro tengo varias canciones para artistas noveles.

P.: Algunos artistas nos han contado que con el tema del covid se hizo duro parar. ¿Tú cómo has vivido la pandemia?

EL KOALA: A mí me ha dado libertad porque con la pandemia no se podían hacer conciertos, y los pocos que hacíamos eran para público sentado y con mascarilla. Imagínate, la música de fiesta que yo hago… Pero sí me ha dado tiempo para poder hacer un montonazo de canciones y hacer el disco nuevo. También he tenido tiempo para estar en el huerto, con mis perros, en el bosque…

"Manolo Escobar se lo pasó en grande con nosotros"

P.: Antes nos hablabas de la colaboración que hiciste en 2007 con el gran Manolo Escobar... ¿Cómo surgió?

E.K.: Coincidimos en una tele de Galicia, en Luar. Y este señor era súpercercano, buena gente, noble… Me lo presentaron, conocí a Manolo, a su sobrino Gabriel García. Estuvimos charlando y surgió la idea, empecé con la broma y le dije: “Maestro, cuando esté el corral, quiero ayudarte a buscar el carro”, y él me dijo: “Vale, cuando tú quieras nos ponemos a buscar el carro”, y así surgió. Grabamos la canción juntos, hicimos la versión rock, después nos fuimos a Benidorm a hacer el videoclip, nos lo pasamos de escándalo y ahí quedó. Fue como un regalo de la vida hacer un dueto con Manolo Escobar. Él flipaba también con nosotros, nos decía: “Estáis más locos de lo que yo pensaba. ¿Cómo vais a coger la canción de ‘Mi carro' y le vais a hacer una versión rock?”. Él disfrutó con nosotros también, se lo pasó en grande.

P.: ¿Conservaste su amistad después de aquello?

E.K.: Sí, después hablábamos por teléfono, coincidimos en varias teles, presentando la canción los dos juntos… Hasta que se marchó, las cosas de la vida. Pero tuve la suerte de poder pegarme ese capricho con uno de los artistas favoritos de mi familia. Era el artista favorito de mi madre. Lo hice como un homenaje a ellos, y a toda mi generación, a la de mis padres, de mis abuelos…

"El cariño de la gente siempre lo he tenido y lo tengo"

P.: No hay duda de que una de las claves de tu éxito es tu cercanía y tu sencillez. ¿Sientes el calor del público? ¿Te reconocen por la calle?

E.K.: Sí, siempre. Es una cosa que nunca he perdido. La industria va cambiando, la música va cambiando, los años pasan, pero el cariño de la gente siempre lo he tenido y lo tengo. Damos conciertos en los pueblos, y seguimos, ¡han pasado 15 años desde que sacamos ‘Opá’ y no hemos parado de hacer conciertos en los pueblos! Sigo currando a tope. Reconozco que soy un artista pequeñito, de pueblo, pero estoy súpercontento y súperorgulloso. La gente es cariñosa, se aparca muy bien, se tapea muy bien, y es lo importante. Yo firmaba otros 100 años más así, sin problema.

P.: Tuviste una pequeña etapa en televisión. Si se diera, ¿volverías a participar en un reality?

E.K.: Si me propusieran algo para un reality, yo me apunto, sí, porque me lo pasé muy bien. Yo pensaba que iba a estar una semana o dos, cuando entré (a Gran Hermano VIP).

P.: Quedaste en muy buen puesto.

E.K.: Sí, quedé tercero porque hubo un malentendido. Algunos decían que yo había traicionado a Miriam… Pero yo no me esperaba que iba a quedar tercero. Pensaba que estaría una semana o dos: "Me echan para mi casa, grabo mi disco y vuelvo a mi feria de pueblo y a mis cosas". Y cuando me veo ahí metido… Al final le pillé el punto y parece que la gente me apoyaba. Y al final, 13 semanas.

"No iría a Supervivientes, creo que se pasa hambre"

P.: Y si hablamos de otro tipo de programas, ¿dónde te gustaría participar?

E.K.: Me gusta mucho ‘Pasapalabra’, me lo paso súperbien, me río… Hace poco he estado en ‘Atrápame si puedes’ de Telemadrid y Canal Sur, brutal… Yo en las teles siempre me lo paso bien y me gusta ir con la guitarrita a hacer alguna locura, y los realities me gustan, o sea que yo iría. Donde no iría es a ‘Supervivientes’ porque cuando yo tenía 13 años mi abuelo, que pasó por una guerra, me explicó la diferencia entre hambre y apetito. Yo eso me lo grabé y en ‘Supervivientes’ creo que se pasa hambre, y encima malos rollos, broncas… Pero un reality para reírnos, si coincido otra vez con Miriam, o con Verdeliss… Sería de escándalo.

P.: Con ellas sigues hablando, pero ¿cómo es la relación actual con tus otros compañeros de GH?

E.K.: Con los demás casi no hemos hablado. Terminó aquello y después no hemos hablado más ni nada, cada uno cogió su camino. Y si allí en la casa de por sí no teníamos feeling, no lo íbamos a tener en la calle. Pero con Miriam sí, hablo algunas veces por Whatsapp y por Instagram. La sigo, ha entrado otra vez (en 'Secret story') y ¡no veas! Están liados allí de broncas otra vez (risas). A Miriam hay que conocerla, ella tiene su parte cómica que es brutal, porque tiene una parte de cabra loca, pero tiene su mercado y su marca, que es hablar de sus ex. Cuando ella empieza a hablar de sus ex yo paso olímpicamente de esa movida, y se lo digo. Ella lo sabe. Coincidimos en la parte de diversión, de cantar, de hacer parodia, de hacer la cabra… Pero cuando empieza a hablar de sus ex yo desconecto, me hago el maceta. Pero tenemos la confianza de poder hablarlo, ella lo sabe y me lo dice. “Vale, Koalita, Cirilo…”. Me dice ‘Cirilo’, por el personaje de un culebrón argentino, que era un tipo que siempre le hacía caso a todo el mundo y siempre se hacía el tontito, lo mismo que yo hice en la casa. Me daba cuenta de todo pero me hacía el longui, porque si todos los días tienes que estar haciendo de padre, abuelo, hermano y explicando que no griten, que no tiren cosas, que no escondan comida… Tienes que ir de psicólogo, y yo no lo soy.