Los hermanos José y David Muñoz nunca más serán retirados de su banco favorito de Cornellà de Llobregat, la localidad barcelonesa donde nacieron y crecieron., Allí, donde improvisaban conciertos en su juventud, han colocado unas estatuas de bronce que recuerdan esas tardes y noches musicales que tantos dolores de cabeza provocaban a sus vecinos.