El exmayordomo de Lady Di lo cuenta todo: "Carlos pensaba que Diana estaba loca"

Presume de haber sido el único hombre en quien Diana confiaba. Dice que fue su "roca", que es el guardián de su legado y, ahora, a los 64 años, después de que le hayan diagnosticado cáncer de próstata, Paul Burrell le aseguró a Risto Mejide en 'Viajando con Chester', que le gustaría explicarles a Guillermo y a Harry, antes de que sea tarde, historias y algunos secretos que aún guarda sobre su madre.

"A través del cáncer he aprendido a contar la verdad", le dijo al presentador este admirador de la monarquía, hijo de un minero del norte de Inglaterra, antes de desgranar una ristra de recuerdos y vivencias que se iniciaron cuando tenía 18 años y entró a trabajar en Buckingham.

Allí, empezó como camarero del palacio, pero un día la reina Isabel le llamó. "Sé que te llamas Paul y que eres de Derbyshire. ¿Te gustan los perros?", le preguntó la soberana, que estaba con sus nueve corgis. Paul le respondió que le encantaban y la reina le pidió que los sacara a pasear por los jardines.

El joven Burrell lo hizo y triunfó, porque los perros le siguieron y jugaron con él atraídos, sobre todo, por un par de salchichas del desayuno que Burrell se había guardado en una servilleta en el bolsillo de su uniforme ("Por si podían serme útiles durante el día", le dijo a Risto).

Al regresar, la monarca, que le espió desde su ventana, exclamó: "¡Esto es extraordinario! Les gustas. Creo que me voy a quedar contigo". Así fue como Paul se convirtió en la sombra de Isabel II durante 11 años.

Paul se convirtió en el confidente de Diana

En 1987 entró al servicio de los príncipes de Gales en la residencia de Highgrove House, donde no lo tuvo fácil. En esa época la convivencia de Carlos y Diana ya hacía aguas y, como le explicó Paul a Risto, vivía en "un mundo dividido" y tuvo que gestionarlo con tacto, aunque eso no impidió algún encontronazo con su "jefe".

"El príncipe me tiró un libro"

Una noche, Diana le llamó para preguntarle si Carlos estaba en casa y, cuando le respondió que había salido, insistió en saber dónde estaba. "Le dije que no podía decírselo y que se lo tendría que preguntar ella. A la mañana siguiente lo hizo", recordó el exmayordomo.

Poco después del encuentro entre Carlos y Diana, el primero llamó a Paul a la biblioteca. "Me dijo: “¿Hablaste con la princesa ayer? ¿Qué le has contado?”. Y yo le dije que le había dicho que estaba fuera. “¿No puedes mentirle?”, preguntó el príncipe. Cuando le dije si me estaba pidiendo que mintiera por él, me respondió que sí. “Soy el príncipe de Gales. Un día seré rey de este país. Yo pago tu sueldo y harás exactamente lo que te pido”.

"Después, cogió un libro y me lo tiró. Al cabo de un rato me pidió disculpas diciendo que se había puesto demasiado nervioso", explicó Paul, antes de recordar que Carlos es un hombre temperamental, que quiere que las cosas se hagan a su manera y lleno de manías, como que le planchen los cordones o le pongan la pasta de dientes en el cepillo cada noche.

"Es un hombre que lo tiene todo en la vida. Y a quien nunca nadie le ha dicho que no. Excepto Diana. Por eso se complicaron las cosas entre ellos, porque ella se atrevió a decir “no” a su marido. Y pagó un precio", concluyó este testigo excepcional de la vida de uno de los iconos más admirados de la realeza.

"Lady Di tenía problemas mentales"

Él conoce detalles de los que nunca o casi nunca se ha hablado. Por ejemplo, que a la reina Isabel le gustaba Diana. "Pero no la entendía, porque era de otra generación y no comprendía sus problemas. Carlos tampoco. Él pensaba que su esposa estaba loca, pero no era así. Lady Di tenía problemas mentales. Pero en aquellos tiempos no se diagnosticaban.

Y, además, estaba decepcionada porque la mayor parte de la Familia Real la trataba fatal", dijo Burrell, antes de añadir, como prueba de la simpatía de la monarca por su nuera, que tanto ella como su marido, el duque de Edimburgo, la apoyaron después de su separación.

"Durante el divorcio, la reina y Felipe estaban a favor de ella y el duque llegó a decirle que no entendía a Carlos y que no aprobaba que tuviera líos extramatrimoniales", aseguró.

El apoyo fue constante hasta que, primero el libro de Andrew Morton, y, después la entrevista de 'Panorama', donde Diana pronunció la célebre frase "Éramos tres en mi matrimonio y tres son multitud", refiriéndose a Camilla, acabó con la confianza de Isabel II que vivió esos episodios como una dolorosa traición.

Burrell cree que Harry no ha cumplido el legado de Lady Di

El exmayordomo de Diana se ha mostrado muy duro con su hijo pequeño y se refirió a una carta, que hizo pública hace algunos años, en la que la princesa de Gales decía que esperaba que "las semillas" que plantó en sus hijos les dieran "la fuerza, el conocimiento y la estabilidad que ellos necesitan". Y opinó que, en el caso del duque de Sussex, éste no ha cumplido con el legado de su madre. "Al principio pensé que sí, que seguía los pasos de Diana liberándose de la Familia Real. Le aplaudí porque quería mantener a salvo a su familia y tener una vida tranquila. Pero entonces llegó la entrevista con Oprah, el documental de Netflix y el libro, donde habla de su odio a Camilla, peleas con su hermano, de su pene y de la pérdida de su virginidad. Harry ha cruzado la línea de la lealtad y se ha pasado al lado comercial y al de la celebridad. Ha vendido su alma al diablo".

"Soy el único que le contaba cuentos a Harry de niño"

Paul cree que Diana no aprobaría lo que está haciendo. "Harry no es el príncipe que yo conocí. Su madre jamás hablaría de cosas privadas", afirmó.

En cuanto a lo que el duque dice de él en el libro, donde se refiere a Burrell sólo como "el mayordomo de mami", acusándole de aprovecharse de la confianza de su progenitora para ganar dinero con su libro, 'Deber real', donde revelaba aspectos muy privados de sus años al servicio de la princesa, Paul reconoció que esas acusaciones le hicieron "hervir la sangre".

Y recordó: "Soy el único que le contaba cuentos cuando era niño, era el que le mimaba… Harry ha tenido una existencia privilegiada y no ha visto la dureza de la vida. Y siendo tan defensor de la salud mental como es, está haciendo mucho daño a otros".

Lady Di quería casarse con el cirujano Hasnat Khan

El nombre de Hasnat Khan también salió durante la entrevista con Risto. El cirujano pakistaní, como publicó tu Revista Pronto en el 2013, fue el auténtico gran amor de Lady Di.

Cuenta Burrell que Diana quería contraer matrimonio con él y hasta le pidió que hablase con su sacerdote para ver si él podría casarlos en el palacio de Kensington. "En esta historia yo eché una mano. Facilité su romance con Hasnat, que entró en el palacio en el maletero de mi coche. Nadie supo de esta relación durante dos años, hasta julio de 1997, un mes antes de la muerte de la princesa", reconoció este sirviente, quien, cuando Lady Di falleció en París, viajó a la capital francesa para velar su cadáver y también para echar un vistazo a los informes policiales y el de la autopsia.

Por eso dice con contundencia que Diana ni se había comprometido con Dodi ni estaba embarazada. Además, no cree que la mataran. "Lo que pasa es que hay preguntas que no se han respondido. ¿Por qué tardaron una hora en llegar al hospital cuando estaba a 10 minutos? Creo que hay una parte de esa verdad que está guardada y custodiada por el servicio secreto", declaró, antes de recordar un comentario de Isabel II que le dejó helado.

"Hay fuerzas que actúan en mi país de las que ni yo tengo conocimiento", le dijo Isabel II

"Cuando regresé fui a ver a la reina. Estuve dos horas y le conté todo lo que vi en París. Le hablé de Dodi, de lo que pasó de puertas para adentro, cosas que la gente no sabrá nunca. Me miró por encima de sus gafas y me dijo: 'Ten cuidado, Paul. Hay fuerzas que actúan en mi país de las que ni yo tengo conocimiento'. Algo realmente escalofriante viniendo de la jefa del Estado", explicó Burrell, antes de añadir que probablemente la soberana inglesa estaba refiriéndose "al MI5, al MI6, a los servicios secretos, que debían de estar trabajando entre bastidores".