Una familia da la vuelta al mundo alojándose gratis en más de 230 casas

Como muchas personas, Elisabet Serelde es una apasionada de los viajes. No le cuesta nada hacer y deshacer la maleta y salir a conocer mundo. Lo hace con su marido, Pedro, de 54 años, y su hija, Shaila, de 16, así como con amigos y familiares.

Elisabet, profesora de primaria de 44 años, se suele hospedar en casas únicas a cambio de ceder estancias en su apartamento de dos habitaciones de Torredembarra (Tarragona). Lo hace a través de la plataforma Home Exchange, que ofrece esta modalidad de viaje, que le ha permitido descubrir desde ciudades cercanas hasta paraísos como Australia, Hawái, Vietnam y Nueva Zelanda.

Noruega e islas Mauricio se encuentran entre los próximos destinos de esta familia viajera, que cuenta sus experiencias en su blog trotamundosfamily.com

"Mi hija tiene 16 años y, desde los 4, viajamos así"

PRONTO: ¿Cómo surgió la opción de instalaros en un alojamiento y ceder vuestro piso?

ELISABET SERELDE: Yo solía hacer un viaje grande al año con mi marido e hija, pero nos gastábamos mucho dinero. Mi marido trabaja en marketing online, descubrió una web de intercambio de casas, y decidimos probar.

P.: Cuéntame cómo fueron los primeros viajes.

E. S.: Empezamos con estancias de pocos días y en sitios cercanos, como Andorra. Ya hemos hecho 236 alrededor del mundo, ¡Imagínate! Mi hija tiene 16 años y, desde los 4, viajamos así. Desde hace seis años, hay un registro y, en ese tiempo, hemos hecho 236 entradas, entre estancias nuestras y gente que viene a nuestra casa, pero realmente llevamos muchas más que no están contabilizadas.

Alojamiento en una casa que costaría 22.000 euros mensuales

P.: Entenderás que, inicialmente, esta opción puede generar desconfianza.

E. S.: Sí, pero es como todo. En mi caso, todas las casas a las que he ido son mucho mejores que la mía. Tener miedo al principio es normal, pero la plataforma te ofrece un seguro que cubre imprevistos y apenas cuesta 150 euros anuales. Además, para registrarte en la web has de verificar muchos aspectos, desde escrituras hasta recibos de suministros. Los comentarios que deja la gente también ayudan mucho. Poco a poco vas cogiendo confianza. En el 2022 realicé 31 intercambios, y he viajado 21 veces.

P.: Imagino que no siempre el intercambio es recíproco y simultáneo.

E. S.: No. Puede ocurrir que yo vaya a una casa y los inquilinos de esta se instalen en la mía al mismo tiempo, aunque es muy difícil. También existe la opción de que no sea simultáneo, y una tercera vía, que es la que suelo usar. Se trata de una opción mediante la cual la web pone un valor a mi casa (la mía vale 200 puntos). Es como un monedero. Yo voy acumulando puntos por cada día que alguien se queda en mi casa y los cambio por estancias. La última, estas Navidades, en un alojamiento de lujo en Miami, con jacuzzi y gimnasio, que se alquilaba por 22.000 euros mensuales.

"Vecina de Janet Jackson y Justin Bieber"

P.: ¿Qué te aportan estos viajes?

E. S.: ¡Me han cambiado la vida! Ahora sólo pienso en viajar y conocer gente nueva. Tienes la sensación de no viajar solo, de estar protegido. Lo recomendaría a todo el mundo. Cuando lo pruebas, engancha.

P.: ¿Cuál ha sido el alojamiento que más te ha impactado?

E. S.: Han habido dos increíbles. Uno, en Vietnam, donde estuvimos una semana alojados. La casa estaba valorada en 3 millones de euros, tenía hasta un río artificial que la atravesaba, seis habitaciones, servicio de limpieza e incluso venían a cocinarnos. Y, la otra, situada en Beverly Hills, en la misma zona en la que viven Janet Jackson o Justin Bieber.

"Se establecen vínculos con los propietarios"

P.: Tengo una duda. ¿Qué necesidad tiene una persona rica de ceder su mansión a un desconocido, con los riesgos que conlleva?

E. S.: A mí también me sorprendió al principio. En el caso de Vietnam, el propietario es un artista que vive en Francia y llevaba más de un año sin estar en esa casa. Incluso necesitaba que alguien utilizara los electrodomésticos, porque se le iban a estropear.

P.: Imagino que también te habrás llevado alguna decepción.

E. S.: Sí, no te lo voy a negar. Cuando fui a Malta con un grupo de amigas, la casa era un desastre y no tenía nada que ver con las fotos que habían mostrado en la web. Por suerte, el seguro funcionó y, en este caso, nos pagaron un porcentaje del hotel al que fuimos. Otra vez me pasó en Madrid. A la propietaria se le inundó la casa y la plataforma me buscó otra muy cerca.

P.: ¿Cuántos días sueles alojarte y con quién?

E. S.: No siempre voy con mi marido e hija. Yo soy más viajera que ellos, por lo que también me escapo con amigas, ja, ja, ja. Muchas veces sólo es un fin de semana, pero he llegado a estar hasta un mes.

P.: ¿Mantienes relación con alguna de las personas del intercambio?

E. S.: ¡Y tanto! Este verano estuve con mi marido en Ibiza y los propietarios incluso nos invitaron a su barco. Celebré mi aniversario de boda ahí, ¡imagínate! Nos hemos hecho amigos y, este año, volveremos para verlos. Al final, la gente no solamente cede su casa, sino que se establecen vínculos, y aprendes mucho.