Fidel Albiac, así es el hombre que le ha salvado la vida a Rocío Carrasco
Aunque para algunos le ha hecho mucho bien a su mujer y para otros es un manipulador, lleva 22 años guardando silencio a su lado
En la docuserie que está emitiendo Telecinco sobre Rocío Carrasco, “Rocío, contar la verdad para seguir viva”, la hija de la Más Grande no sólo ha afirmado que Fidel Albiac es su gran apoyo, sino que también, y por si había dudas, ha añadido que “es mi salvador, el que me ha ayudado siempre sin pedir nada a cambio”.
No es la primera vez que se refiere a su esposo como si fuera su ángel de la guarda. Basta con hacer un poco de arqueología periodística para descubrir que, a lo largo de los 22 años que llevan juntos, Rocío siempre ha dejado muy claro que Fidel es el amor de su vida y el hombre que mejor se ha ocupado de ella.
“Él lo es todo para mí”, asegura Rocío Carrasco
“Me ayuda a ser mejor, si no se hubiera cruzado en mi vida, yo hoy estaría hundida”, declaró en agosto del 2001. Tres años después, insistía: “Fidel es el responsable de mi felicidad. Él lo es todo para mí, mi novio, mi consejero, mi confidente... ¡Todo!”.
Y es verdad que siempre ha sido su apoyo más sólido. Si, de nuevo, nos sumergimos en la hemeroteca en busca de los momentos más duros por los que ha pasado Rocío, ¿sabéis quién aparece siempre a su lado en las fotos? Fidel, quien haciendo honor a su nombre, que significa “digno de fe”, nunca le ha fallado a su compañera.
Fidel ha estado permanentemente al lado de Rocío y, de cara al público, lo ha hecho guardando silencio, un silencio que, aunque esté lleno de buenas intenciones, ha levantado desconfianza y sospechas arrojando muchas sombras sobre él.
Siempre en un discreto segundo plano, el hombre que lleva más de 20 años ocupando el corazón de Rocío Carrasco es un misterio por resolver. Aunque de entrada pueda parecer distante, cuando gana confianza despliega un gran encanto y un maravilloso sentido del humor. Dicen quienes le conocen que es un hombre sano, curioso (le gusta rodearse de gente de la que puede aprender cosas), que hace deporte, sabe tocar el piano y la guitarra y tiene una maestría en kárate.
Muchos opinan que se aprovecha de Rocío
Podemos añadir que es un hombre paciente y resistente, ya que en estas dos décadas siendo el centro de atención por su relación con Rocío ha soportado que le acusen de manipulador, controlador, de tener “secuestrada” a Rociíto, de aprovecharse de ella...
El propio tío de la joven, Amador Mohedano, aseguró en un “Sábado deluxe” que es “alguien con demasiada ambición”, que había “abducido” a su sobrina y la había alejado de su familia. “Creemos que Fidel ha intoxicado mucho”, concluía.
Por otro lado, una periodista citada por “El Mundo” ha asegurado que “cuando llamas a Rocío a su móvil, siempre lo coge él y en los eventos es imposible hablar con ella a solas”, refiriéndose a la fama de controlador que tiene Fidel.
Sobre su patrimonio se ha hablado mucho
En cuanto a los que insisten en el beneficio económico que ha sacado Fidel de su relación con la hija de la Más Grande, hay teorías para todos los gustos. Así, Antonio David comentó en Telecinco que parte del patrimonio de Rocío Jurado habría pasado a nombre de Albiac, mientras hay quien defiende su solvencia poniendo de ejemplo su empresa Campobiac S.L., que hace cuatro años tenía un activo de 934.402 euros y un resultado negativo de 27.000.
A Fidel también le han acusado de violencia física y psicológica, y una ex suya, Elisabeth Martín, acudió a un plató de TV para explicar que los primeros años con él fueron buenos, pero que después comenzó a notar que quería alejarla de los suyos y acabó definiéndolo como una persona calculadora, fría y envidiosa. Tras la pertinente denuncia de Fidel, fue condenada por vulnerar el derecho al honor y la intimidad y tuvo que pagarle 15.000 euros.
Ha ganado doce sentencias ante el Supremo
Albiac siempre se ha defendido lejos de los platós y con la ley en la mano. Prueba de ello es que tiene más de una docena de sentencias ganadas ante el Tribunal Supremo, que siempre ha considerado que no es un personaje público. No está de más recordar que en 22 años, sólo ha participado en una exclusiva, la de su boda con Rocío, el 7 de septiembre del 2016.
Sea como sea, cada vez que han salido voces críticas contra su marido, Rocío ha salido en su defensa. Y si el año pasado, en mayo, en plena desescalada por la pandemia decía que “nosotros llevamos 20 años de glorioso encierro”, refiriéndose a quienes acusan a su marido de tenerla secuestrada, en agosto, en el programa “Lazos de Sangre” habló sin tapujos de su feliz matrimonio.
“Tengo la suerte de haber encontrado un amor duradero. 21 años llevamos ya Fidel y yo. No hay receta para eso. Es amor, respeto y admiración por ambas partes”, declaró.
Se crió en el sevillano barrio de El Tiro de Línea
Todos los rumores acerca de Fidel –a quien en la intimidad llaman “el mudo”– tienen que ver con sus silencios y con lo poco que ha mostrado de sí mismo en todos estos años. Así que vamos a hacer un recorrido por lo que sabemos de su vida, para conocer un poco mejor al hombre que se ha convertido en la sombra de Rocío Carrasco.
Fidel Albiac del Pino nació en Tarifa (Cádiz) en una fecha especial y romántica por excelencia, el 14 de febrero de 1973, pero apenas tenía 5 años cuando su familia se trasladó a Sevilla, donde pasó su infancia y su adolescencia.
Es hijo único y por eso se le hizo muy difícil superar la separación de sus padres cuando sólo tenía 10 años. Y es que, tras la ruptura, su padre, Francisco, se fue a vivir a Estados Unidos, una circunstancia que hizo que el chaval perdiera casi totalmente el contacto con él.
Desde entonces, se crió con su madre, Rosario, enfermera de profesión, en la humilde barriada sevillana de El Tiro de Línea. A pesar de ser un joven problemático, que fue expulsado del instituto cuando tenía 14 años por su mala conducta, su madre le obligó a acabar el bachillerato. Después, se fue a cumplir el Servicio Militar y, a su regreso, comenzó a preparar oposiciones para el cuerpo de policía.
Trabajó como conductor de ambulancias
Si hay algo sospechoso sobre el Albiac de aquellos años, esto sería que, según algunos conocidos, Fidel tenía aspiraciones, soñaba con mejorar su vida y siempre salió con chicas bien situadas. Durante un tiempo se ganó la vida como conductor de ambulancias, pero dejó este trabajo después de sufrir un accidente, poco antes de conocer a Rocío.
Fue en 1999, en Chipiona, a través de Rocío Mestre, la hija del peluquero de Rocío Jurado, que era en aquel entonces novia de Fidel. Pero su relación no salió a la luz hasta enero del 2000, cuando la hija de la Jurado ya estaba inmersa en los trámites de divorcio de Antonio David, de quien se había separado en junio.
Un mes más tarde, el 12 de febrero, la pareja tuvo un aparatoso accidente de tráfico, a consecuencia del cual la joven, que tenía 22 años, sufrió un traumatismo craneoencefálico, levantamiento del cuero cabelludo y fractura en una vértebra.
A raíz de aquel siniestro empezó a crecer el rumor de que Albiac no contaba con el beneplácito de su "suegra", Rocío Jurado, ni tampoco de su exmarido, Pedro Carrasco. Hay que tener en cuenta que quien conducía el vehículo la noche del accidente era Fidel y que apenas llevaba con su novia unas semanas, así que la carta de presentación del joven no pudo ser peor.
Sin embargo, además del cariño de sus padres para recuperarse, Rocío contó con el amor incondicional de su compañero, que no se separó de ella ni un segundo mientras estuvo en el hospital y, poco a poco, se fue ganando la simpatía y también el cariño de la Jurado.
Al lado de Rocío en sus momentos más duros
Al año siguiente, en enero, Fidel volvió a ser el apoyo y la fuerza que mantuvo en pie a Rocío cuando se produjo la muerte de su padre de forma repentina; y tampoco le falló cuando a Rocío Jurado le diagnosticaron un cáncer que acabaría con su vida el 1 de junio del 2006.
A lo largo de su vida en común, que acabó en matrimonio en el 2016, Fidel ha sido también testigo silencioso de los dos momentos más duros para Rocío como madre, cuando sus hijos, Rocío, en el 2012, y David, en el 2016, hicieron las maletas y se fueron con su padre.
Soportar la amargura que dejaron las ausencias de sus retoños fue un desafío extremo, pero Fidel, de nuevo, no se movió de su lugar al lado de su esposa, soportando críticas como las de la propia Ro, que llegó a decir que la relación con su madre habría sido diferente si no hubiera estado con él, o las de Amador Mohedano, que llegó a decir que “los niños recibían severos castigos de Fidel, que estaba acostumbrado a encerrarlos en sus habitaciones”.
Su tesis doctoral, sobre el derecho a la intimidad
En estos años, Fidel no ha estado de brazos cruzados. Movido por su afán de hacer justicia por su mujer, estudió Derecho y se colegió para colaborar con Javier Vasallo, el abogado penalista que defiende a su esposa. Ahora, está inmerso en la tesis, cuyo tema no le es ajeno: el derecho al honor y la intimidad de las personas.
De eso sabe mucho aunque no lo diga y guarde silencio. Está claro que Fidel comulga con una célebre frase del científico Santiago Ramón y Cajal: “De todas las reacciones posibles ante una injuria, la más hábil y económica es el silencio”.
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