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Froilán: nuevo escándalo por pasar su cumpleaños en la ciudad del pecado

Al parecer, el hijo de la infanta Elena ha sido pillado soplando las 25 velas de su tarta de cumpleaños en el famoso Barrio Rojo de Ámsterdam

Froilán ha sido pillado en un destino muy particular para celebrar su cumpleaños.

Paula Gómez

No consigue salir de una polémica sin caer en una distinta. El año pasado, Felipe Juan Froilán celebró su cumpleaños en Marbella con sus amigos y provocó un escándalo por el tiroteo que tuvo lugar en la discoteca donde estaba celebrando con sus amigos. Ahora, justo cuando parecía que las cosas se estaban calmando, ha vuelto a protagonizar una nueva controversia.

Con el motivo de su 25 cumpleaños, el hijo de la infanta Elena celebró su primer cuarto de siglo en el Barrio Rojo de Ámsterdam, que es conocido por la presencia de prostitución y drogas.

Hace poco, el nieto de Juan Carlos I se fue a vivir a Abu Dabi con su abuelo para encarrillar su vida personal y profesional con una flamante posición en la empresa petrolera Abu Dhabi National Oil Company. Eso no ha evitado que siga teniendo ganas de pegarse alguna que otra juerga con amigos.

Froilán, "pillado" con sus amigos en el Barrio Rojo

Al parecer, Froilán se dejó ver muy "tranquilo y relajado" y estuvo acompañado por cuatro o cinco amigos, todos ellos hombres. El grupo se fue de fiesta por esta peculiar zona de Ámsterdam y se pusieron al día después de un tiempo de distanciamiento, ya que se trata de unos amigos de la universidad que no veía desde que se marchó a Abu Dabi.

Froilán ha sido pillado en el Barrio Rojo de Ámsterdam (Telecinco)

Según explicó Guillermo Álvarez al programa 'Ya es mediodía', Froilán fue visto el viernes 14 de julio en compañía de sus amigos, tomando algo en el famoso Barrio Rojo de la capital holandesa.

"Se fue allí con un grupo de amigos, todos chicos, Belén Perea no les acompañó. No sabemos si estuvo allí hasta el día de su cumpleaños, pero el viernes sí estaba allí… estuvo allí hace tiempo", señaló, y agregó que parecía que a Froilán no le importaba no pasar desapercibido ya que pensaba que no le iban a reconocer.