Grandes historias de amor (coleccionable 5): Christopher y Dana Reeve
La actriz cuidó durante años de Superman, tras quedarse tetrapléjico por una caída
Dana Morosini y Christopher Reeve se conocieron un día de junio de 1987 durante el Festival de Artes de Williamstown (Massachusetts) cuando ella cantaba en un cabaret de la ciudad.
El actor, que ya era muy famoso por haber protagonizado la película ‘Superman’ (1978), se acercó hasta la mesa donde, tras la actuación, Dana se tomaba una copa con una amiga, y, haciendo gala de la más encantadora de sus sonrisas, entabló conversación con las dos, pero mirándola sólo a ella. Fue amor a primera vista
La fotógrafa que se enamoró de un senador
Chris había quedado hechizado por la belleza de aquella chica de 26 años que, nacida en Nueva Jersey e hija de un conocido cardiólogo, aspiraba a ser actriz. Pero, contra lo que cualquiera podría esperarse, a Dana no le gustó nada.
Aquel tipo con planta de atleta y rostro que enamoraba a las cámaras le pareció arrogante y engreído. Además, sabía que el actor –personaje público cuya vida seguía con atención la prensa de medio mundo– acababa de separarse de su mujer, Gae Exton, con la que tenía dos hijos. No estaba dispuesta a ser una conquista más de un famoso recién divorciado.
¡Qué equivocada estaba! Emulando la ficción, Chris se vistió el traje de superhéroe del amor y, superando la adversidad de aquel primer encuentro fallido, se propuso conquistarla.
Haber interpretado a Superman en las tres entregas de la exitosa película, además de darle una fortuna considerable, debió de darle armas de seducción extraordinarias, porque guapo, lo que se dice guapo, ya lo era.
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