Irene Villa, palabras para reflexionar en tiempos del coronavirus
La periodista recuerda su experiencia para mantener el ánimo contra el coronavirus
Irene Villa es todo un ejemplo de superación. El atentado que sufrió junto con su madre el 17 de octubre de 1991 cuando tan solo era una niña de 12 años, marcó su vida para siempre. Aquel día, la pequeña Irene perdió las piernas y tres dedos de la mano, y supuso, según ella misma ha dicho en numerosas ocasiones, volver a nacer.
Ahora, con 41 años, tres hijos y toda una vida dedicada a “crecer” en todo tipo de frentes, es una de las voces con más autoridad para ser escuchada cuando el tema a tratar es la lucha para seguir adelante.
De modo que, durante estas semanas en las que la sociedad entera se encuentra en ese punto de lucha (contra la pandemia del coronavirus) , sus palabras resultan especialmente valiosas.
En su última publicación en su cuenta de Instagram la periodista ha compartido con sus seguidores una foto de ella con su madre en el hospital durante la recuperación tras sufrir el atentado (1991). La imagen está acompañada de una frase que sin duda te hará reflexionar: “El cielo se abrió cuando volví a ver su sonrisa... después de una larga cuarentena... #saberquesepuede #estotambienpasara”.
Si no perdonas, no avanzas
Uno tiende a pensar que una persona que es capaz de salir adelante después de una experiencia como la vivida por Irene Villa, hay pocas cosas en la vida cotidianas que le puedan parecer un verdadero problema.
Irene está convencida de que si no perdonas acabas enfermando, y eso es lo que hizo la madrileña hace años. A partir de ese momento, su vida avanzó superando cada obstáculo que se encontraba y aprovechando cada oportunidad que se le presentaba.
Así consiguió llevar la vida que ella quería dejando atrás el atentado y sus consecuencias. Hoy, Irene es madre de tres hijos fruto de su matrimonio con Juan Pablo Lauro, de quien se separó en diciembre de 2018.