Isabel Preysler y Ana Boyer se vuelcan en Tamara Falcó: ellas son su mejor apoyo
Tamara Falcó tiene en su madre, Isabel Preysler, y su hermana pequeña, Ana Boyer, a sus dos grandes apoyos. Así han cerrado filas en torno a ella
Pese a estar pasando uno de los tragos más amargos de su vida, Tamara Falcó puede presumir de una cosa: no puede estar mejor rodeada. En torno a ella han cerrado filas su madre, Isabel Preysler, y su hermana, Ana Boyer, que se han convertido en dos férreos apoyos para ella, al menos hasta que huracán informativo que ha generado la infidelidad de Íñigo Onieva cese.
De momento, parece que el arrepentimiento público del empresario no está dando sus frutos, y todas las pistas apuntan a la que la pareja ya ha roto: ella ya ha borrado de sus redes sociales la imagen donde anunciaba su compromiso y, además, ya no se siguen en Instagram el uno al otro. Solo queda esperar el comunicado oficial (o la exclusiva) que confirme la separación.
Nada más salir a la luz el vídeo de Íñigo siéndole infiel a su novia en el festival 'Burning man' hace algunas semanas, Tamara abandonó el piso del centro de Madrid que comparte hasta hoy con Íñigo y puso rumbo a casa de su madre, donde sigue desde entonces.
Isabel, a quien Tamara está muy unida, está estos días más volcada que nunca en su hija, e incluso dicen que ha tomado parte activa en este culebrón: habría sido ella quien animó en un primer momento a Íñigo Onieva a desmentir cualquier tipo de infidelidad, una reacción de la que se arrepintió más tarde, confesando a todos haber mentido.
Ana Boyer vuelve a España para estar con su hermana
Tamara no ha sido la única que ha regresado al nido materno estos días. El majestuoso chalet que Preysler tiene en la urbanización Puerta de Hierro, en Madrid, ha acogido también a Ana Boyer, la pequeña de sus hijas, con quien la marquesa de Griñón tiene una relación especialmente cercana.
Ayer mismo, la hija de Miguel Boyer aterrizaba en Madrid desde Bulgaria, donde estaba acompañando a su marido, Fernando Verdasco, ya que este se encuentra jugando el Torneo de Sofía.
Ana voló de urgencia a la capital y, del aeropuerto, se desplazó directamente a casa de su madre. La joven llegó en un coche y no quiso pararse a hablar con la prensa, y ninguna de las tres ha sido vista saliendo de casa desde entonces.
Isabel y Ana están especialmente volcadas en Tamara, que estos días solo tiene contacto con su círculo más cercano. Su familia ha cerrado filas en torno a ella, acompañándola en sus jornadas más complicadas.