Iván: "Mi nieto canta 'Fotonovela' y me imita"
Iván, uno de los rubios más famosos de los años 80, vuelve a los escenarios españoles en un macroconcierto el próximo 26 de abril en Madrid
El cantante Iván.
Hace ya años que perdió esa melena rubia que volvía loca a sus fans, que empezó a sentirse más cómodo usando su nombre real, Juan Carlos Ramos, que se afincó en Los Ángeles junto a su familia para componer para otros artistas y seguir creando éxitos que últimamente canta con su banda especialmente en México.
Ahora, a sus 62 años, el cantante que se convirtió en todo un ídolo en la década de los 80 bajo el nombre artístico de Iván regresa a España con las mismas ganas e ilusión que derrochó hace más de cuatro décadas.
El intérprete de temas que han quedado en nuestra memoria como 'Telenovela' o 'Baila' vuelve además a lo grande, en un macro concierto “remember” en el Movistar Arena de Madrid el próximo 26 de abril. Él será el único español del cartel de “Discoteca de los 80s”, donde también subirán al escenario míticos del pop rock de la época como Samantha Fox, Fancy, P.Lion, Ryan Paris o Alphaville.
Iván: “Las niñas me gritaban, pero sus novios me tiraban piedras”
“Yo tenía muchas ganas de volver y llevaba tiempo intentándolo, pero no surgía la oportunidad. Pero desde el año pasado ha empezado un resurgimiento de la música de los 80, parece como que la gente se ha dado cuenta de quiénes éramos los buenos. Los de los 80 es que tuvimos la suerte de estar en una época en la que se pasó de lo analógico a lo digital y fue el descubrimiento de nuevos sonidos y nuevas formas de grabar y de hacer música. Fuimos pioneros”, nos contó ilusionado Iván, que ya intuye que se va a quedar con ganas de mucho más que de esa actuación de abril.
“Cantar dos canciones me va a saber a poco. Tengo ganas de pasar una temporada en España de gira y conciertos. Y me gustaría también presentarme yo solo con canciones o con un grupo formado con otros artistas de los 80”, ha contado el cantante Iván.
Iván: "Seguí siempre rodeado de la misma gente"
PRONTO: Fuiste todo un ídolo en tu época. Te descubrieron en 1979 tras una actuación en televisión y tu vida dio un giro radical. ¿Nunca te llegó a sobrepasar la fama?
JUAN CARLOS RAMOS: No. Porque yo volvía de los conciertos y salía con mis amigos de toda la vida de mi barrio de San José de Valderas, en Alcorcón. La diferencia es que en la discoteca ya no nos cobraban y nos llevaban a la zona VIP. Pero seguí siempre rodeado de la misma gente, lo único que echaba de menos eran los partidos de fútbol de los sábados. En mi barrio mi vida era igual, el problema era cuando iba a una emisora de radio o a algún concierto. Ahí tenía que salir en camión de bomberos o en ambulancias, ¡era una odisea! A veces pasabas hasta miedo porque las niñas me gritaban, pero sus novios me tiraban piedras, ja, ja.
P.: Tu mujer es australiana, os conocisteis en la oficina de tu manager y ella no sabía ni quién eras. Tuvisteis dos hijos, os mudasteis a Australia, a Miami, a Los Ángeles y seguís juntos. ¿El secreto?
J.C.R.: Ponerse de acuerdo en cuál es el papel de cada uno. Cuando la carrera de ella empezó a despegar, yo ya había hecho lo que tenía que hacer, estaba cansado de giras, ya no era número uno... Y como me encantaban los niños, me dediqué a ellos y a la familia, y a llevarlos al cole, a extraescolares, fui también entrenador de fútbol en Miami Beach y me divertía mucho haciendo eso. Y ya cuando los niños se han hecho más mayores ha sido cuando he retomado mi carrera. Empecé a hacer algún disco más, contactos en México, y monté una gira pero hice el primer concierto y llegó la pandemia. Pero ahora sigo de conciertos en México. Para mí sería fantástico seguir allí y pasar en España los meses de verano haciendo giras.
P.: Ya eres abuelo, tienes dos nietos. ¿Les enseñas las portadas de tus discos, les hablas de quién fuiste en España?
J.C.R.: La pequeña sólo tiene dos meses, pero el mayor tiene dos años y medio, y canta 'Fotonovela' e imita mis movimientos del vídeo, hace mis bailes. Tiene oído, mucho sentido del ritmo y de la entonación que se lo noté desde bien pequeñito. Tiene madera de músico.