Imagen de archivo del bautizo de Chábeli, la primogénita de Julio Iglesias e Isabel Preysler.
La cuenta atrás ha comenzado. No solamente Ana Boyer espera, ansiosa, el nacimiento de su primer hijo, sino también Isabel Preysler. Tal y como nos recuerda nuestro colaborador, Jaime Peñafiel, «para la “socialité” éste será su quinto nieto, pero también el que más tiempo pasará con ella, ya que Ana y Fernando Verdasco planean seguir viviendo en la mansión que la abuela Isabel tiene en Puerta del Hierro, Madrid”
Al tiempo que preparan la canastilla, a buen seguro que la filipina, de 68 años, habrá rememorado sus partos. En especial, el primero, del que su hija Tamara hablaba sin tapujos hace unos días cuando le preguntaban por su pareja: «Comprendo que para mi madre es raro (que aún no esté casada) porque ella con mi edad ya lo había estado tres veces. Al poco de llegar a España se ennovió, se quedó embarazada de tío Julio y se tuvo que casar».
«Pocos meses después», explica Peñafiel, «Isabel parió sola a Chábeli. Además, lejos de su marido y de su país». ¿El motivo? «Aunque cueste creerlo, tuvo que huir de aquella España intransigente, católica, apostólica, romana y de falsa moral. ¡Pero qué tristeza dar a luz a su primer hijo a escondidas!».
«Se eligió la localidad de Cascáis (Portugal) para que Isabel pudiera tener a su primera hija. Tan sólo acompañada de su suegro, el doctor Iglesias Puga, que era ginecólogo».
«Julio y yo andábamos de gira por España», rememora Alfredo Fraile, el mánager de Julio. «Concretamente, el día del nacimiento de Chábeli, estábamos actuando en Albacete. Fue allí donde nos localizaron. Aquella misma noche, después del recital, salimos hacia Portugal para que Julio conociera a su hija. La vio, se fotografió… y se marchó. Esa fue su tónica. Siempre se estaba marchando».
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