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Jaime Peñafiel: Pedro Sánchez, en el palacio «maldito»

Pedro Sánchez se atrevió a darse un corto baño en la playa de rocas que hay al pie de La Mareta.

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Esta semana, y después de las vacaciones navideñas de Pedro Sánchez en el palacio «maldito» de La Mareta, en Lanzarote, nuestro colaborador Jaime Peñafiel nos habla de esta impresionante finca.

 

Como algunos tendrán en mente, llegó a manos de Juan Carlos de Borbón en 1989 como regalo de su amigo el rey Hussein de Jordania. Se trataba de un regalo personal que, sin embargo, no fue demasiado utilizado. Quizá porque, de una de estas estancias, «los Borbones no guardan un buen recuerdo», explica Peñafiel. «La Familia Real al completo iba a despedir el año 2000 en La Mareta, incluida la madre de don Juan Carlos, la condesa de Barcelona. Pero el 2 de enero, y mientras los Reyes almorzaban con José María Aznar y su esposa, una de las asistentas de la casa irrumpió en el comedor para anunciar al soberano que había encontrado muerta a su madre mientras descansaba». Desde aquel momento, se le atribuye un cierto gafe a la finca y fue uno de los motivos por los que, en el 2015, Felipe VI decidió desprenderse de la propiedad. «Desde que la cedieron a Patrimonio Nacional alberga más políticos que a miembros de la realeza», explica Peñafiel.

 

Sus últimos visitantes han sido, precisamente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su familia, que llegaron a Lanzarote el pasado 29 de diciembre y allí estuvieron hasta el 5 de enero. Su estancia ha pasado bastante desapercibida. Tan sólo fotografiaron a Sánchez dándose «un gélido y breve chapuzón en la playa privada de La Mareta, acompañado de su perra, Turca, que prefirió quedarse "en tierra"». 

 

Conoce todos los detalles en el reportaje de nuestro colaborador, Jaime Peñafiel, en tu revista Pronto de esta semana.