Jesús Mariñas desvela todos los secretos de los famosos. ¡Te los contamos!

Este controvertido ya ha levantado polémica desde el principio: Rocío Carrasco y José Ortega Cano están pensando demandarle por lo que escribe sobre Rocío Jurado. "Era un personaje aparentemente encantador, con muchas aristas, perdida en sus contradicciones no asumidas, quizá por su propia sexualidad. Daba una imagen de mujer imponente, cuando realmente era tímida e insegura, una figura de luces y sombras, sobre todo, en las relaciones íntimas", explica Mariñas sobre La Más Grande.

"Isabel Pantoja se arrimó a Encarna Sánchez para engrosar su cuenta bancaria"

Sobre los antiguos problemas con el alcohol del torero, bromea: "Aún le debe durar la resaca. Una vez, en Nueva York, quedé con ellos y, en la habitación del hotel en el que se alojaban, había varias botellas de bebidas alcohólicas casi vacías... Pensé que se habrían "puesto las botas", porque aquello no se lo bebía uno solo ".

Mariñas también se ensaña con la fallecida periodista Encarna Sánchez, dando a entender que intentó "conquistar a Rocío Jurado y, como no pudo conseguirlo, decidió encumbrar a Isabel Pantoja, quien se arrimó a ella para alcanzar la cima y engrosar su cuenta bancaria. Encarna era un personaje siniestro, astuto, singular, extraño, que no se aceptaba a sí misma por ser lesbiana".

A la estrella radiofónica no le gustaron las revelaciones que Jesús hizo en su día y, según nos cuenta, "montó en cólera" y uno de sus fans le golpeó en la cabeza.

Se ha llevado varios guantazos

También "recibió" de los seguidores de la Pantoja, muy enfadados, como la tonadillera, por una crónica en la que Mariñas hablaba de los bigotes de Isabel y de su madre. "Era algo evidente –dice el periodista–, aquel “sombreado” labial no era provocado por el sol. Sus fans intentaron apalearme en un concierto de Isabel en Barcelona y tuve que ser escoltado".

Por si fuera poco, tras desvelar que Marina Castaño no podía tener hijos, su marido, Camilo José Cela, le propinó un puñetazo.

La vida de Mariñas ha sido tan intensa que algunos de los episodios los tiene que callar. "He sido muy “largón” siempre, pero si el abogado te recomienda cierta discreción con algunas cosas, no vas a ir contra sus consejos. Aunque, si te soy sincero, no he callado mucho", reconoce.

Su lengua mordaz revela polémicas confesiones: "Lo del vigor sexual de Julio Iglesias es sólo una leyenda para crearle una imagen de "latin lover". Si sus conquistas llegan a 30 ya son demasiadas. Pero, ¡3.000! Me río del dato. En su casa, no hacía bacanales, dormía en una cama estrecha rodeado de fotos de Franco y símbolos falangistas".

A esto, Mariñas añade que "Isabel Preysler le dejó por teléfono, y le dijo al padre del cantante: “En tres años seré más famosa que tu hijo”".

En cuanto a la duquesa De Alba, afirma que "me llamaba a las seis de la mañana, cuando se despertaba, para que le contara cotilleos. Tenía una curiosidad realmente insana y absurda, y más tratándose de alguien que más que persona era personaje, sobre lo que la gente pensaba de ella".

Duras críticas a los hijos de Sara Montiel

Con Lola Flores también mantuvo una buena relación... hasta que publicó un presunto romance de la Faraona con un bailarín de su compañía y ella, todo coraje, agarró el teléfono y le llamó "hijo de la gran p***". En el libro, se puede leer: "Lola elegía con quién compartía cama".

PRONTO: A Carmen Sevilla la tienes como una mujer muy sosa...

JESÚS MARIÑAS: Es que dormía hasta a las ovejitas. Era muy aburrida, ni cantaba ni bailaba bien, y como persona, ¡una almohada!

P.: ¿Llegaste a probar las tartas de Carmina Ordóñez?

J.M.: Ja, ja, ja, eran de hachís, pero nunca las probé, porque ni soy pastelero ni de sustancias.

P.:¿Quiénes han sido tus amigas más entrañables?

J.M.: Montserrat Caballé y Nati Mistral, mis hermanas del alma.

P.: Criticas la relación de Sara Montiel con sus dos hijos...

J.S.: Zeus y Thais no estuvieron a la altura de lo que su madre hizo por ellos.

P.: El capítulo final del libro se lo dedicas a tu marido.

J.S.: Claro, porque Elio es una pieza esencial en mi vida. Tras muchos años de relación, nos casamos para que el día que yo falte no se quede desamparado.