Tras haber protagonizado varias polémicas en los últimos meses, todo parece que el hecho de haber puesto tierra de por medio ha sentado fenomenal a Julián Contreras., El hijo de Carmina Ordóñez, de 38 años, se mudó hace algunas semanas a Cuenca con su padre, que padece una enfermedad degenerativa. ¿El motivo de su traslado? Su asfixiante situación económica, que no les permitía hacer frente a los astronómicos alquileres de la capital., De hecho, con su antigua casera, Julián Contreras está embarcado en un farragoso problema legal, ya que esta le reclama los 30.000 euros que les ha dejado a deber en su piso: según la casera, padre e hijo estuvieron dos años sin pagar la renta.