Julián Muñoz: todo sobre los 46 millones de euros que debe al estado

No verá ni un euro por la docuserie "No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad". Eso, por lo menos, es lo que persigue la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que ha embargado el dinero que Julián Muñoz pudiera percibir por su participación en ese programa de Telecinco. 

La Audiencia ha actuado así para que Muñoz haga frente a la indemnización de 4,6 millones de euros a la que fue condenado en el 2013 durante el juicio del caso Saqueo II por el desvío de dinero público cuando era concejal en la etapa de Jesús Gil. De esa cifra, Muñoz pagó 370.000 euros, con lo que tiene pendiente de pago 46,2 millones.

"Tuve muy poca vergüenza, tendría que haber sido más hombre"

La docuserie no aliviará una situación económica paupérrima, según el expolítico, pero ha servido para que Muñoz explique "su verdad" sobre una de las relaciones sentimentales más mediáticas de las últimas décadas.

En la docuserie, Muñoz recuperaba el presunto diario que escribió en la cárcel porque "era mi desahogo personal, no podía hablar con nadie". Del cuaderno, leyó perlas como "hablar con ella me da fuerzas. La quiero mucho y muero por ella" o "casi me derrito cuando mi gitana me ha dicho que me quiere más que a ella, que me necesita y me echa de menos. ¡Ay, mi amor, mi amor!".

Muñoz ha desvelado que la primera vez que se acostaron fue en el apartamento de Gaudalpín, que ella compró con "una rebaja de casi el 50%" que le consiguió con sus influencias. "No fue un regalo", asegura, reconociendo que sólo la obsequió con un Mercedes descapotable.

Ante las cámaras, Julián ha confesado que traicionó a su mujer, Mayte Zaldívar, y la vergüenza que siente ahora por la rueda de prensa que dio negando estar con Pantoja. "Aquello fue absurdo, sin sentido, la consecuencia de mi endiosamiento. Yo quería estar en el plato y en la tajada. Estaba con las dos. Tuve muy poca vergüenza. Tendría que haber sido más hombre", confiesa.

"Yo no soy el culpable de que ella haya ido a la cárcel"

Pantoja tardó 87 días en visitar a Julián tras ser detenido en julio del 2006 y mantuvieron dos vis a vis. "El primero fue muy emocionante. Un abrazo infinito, muchas lágrimas y tuvimos relaciones. El segundo, una conversación de negocios", explicita sobre la visita en noviembre del 2006 en la cárcel Jaén II. Allí fue el principio del fin.

Para entonces, ya habían detenido a Zaldívar. Ver por televisión a sus hijas corriendo tras el coche de policía que se llevaba a su exmujer fue, ha dicho en la entrevista, "el dolor más grande que he sentido y que voy a sentir".

Sobre la detención de Pantoja, Muñoz ha sido tajante: "Yo no soy el culpable de que ella haya ido a la cárcel. Se lo digo a ella y mirándole a la cara", acusando de que la tonadillera "me dejó de querer cuando se acabó el dinero. No tengo nada. Lo que tuve no me lo gasté con mis hijas y mis nietos; me lo gasté con ella".

Además, el expolítico también acabó preguntándose dónde están los 140 millones de pesetas que Isabel sacó de la venta de un restaurante y una discoteca, pero sin decir ni mú del destino de las cifras astronómicas robadas del consistorio marbellí.

Dos versiones diferentes y enfrentadas

La docuserie deja claro que entre la versión de Julián y la de Isabel hay una distancia sideral. Tras ser apartado de la alcaldía por una moción de censura, Muñoz le hizo de mánager y asegura que no vio ni un céntimo por su trabajo, mientras que la artista declaró en el juicio que lo contrató para que tuviera algo que hacer y que siempre le pagó. Tampoco se ponen de acuerdo con Mi Gitana. Para él, Pantoja se encaprichó del chalet; ella afirmó que lo compró porque a su novio le hacía ilusión que tuvieran algo juntos. 

En este enlace recopilamos las declaraciones más impactantes de la docuserie de Julián Muñoz.