Kiko Matamoros gana a Rocío Carrasco en los tribunales
En 2019, la hija de Rocío Jurado demandó al colaborador por vulnerar su derecho al honor
Kiko Matamoros ha salido airoso de la demanda de Rocío Carrasco.
Kiko Matamoros ha vuelto a ganar la batalla a Rocío Carrasco en los tribunales. Los comentarios que hizo el colaborador en 2019 hicieron que la hija de Rocío Jurado decidiera demandarle. No obstante, la justicia se ha puesto a favor de Matamoros en dos ocasiones.
"Me dice la enfermera que ya van dos veces que cuando tenía la custodia Rocío Carrasco al niño no le llevaban al neurólogo", fue una de las declaraciones del tertuliano en el programa 'Viva la vida', que enfadó a la empresaria, porque implicaba a su hijo, David Flores, y porque cuestionaba su papel como madre.
Kiko Matamoros en Viva la Vida.
Carrasco decidió tomar medidas legales contra Matamoros, así como contra Telecinco y Cuarzo, la productora del programa, a los que les pidió una condena de 90.000 euros por daños morales. Para ella, las palabras del tertuliano, supusieron un "grave desprestigio" que la dibujaba "como una persona que no se ocupa de la salud de sus hijos para obtener un beneficio económico el medio de comunicación", según sus abogados.
Rocío Carrasco pierde contra Matamoros por segunda vez
En la primera sentencia, a comienzos del 2022, el juez ya le dio la razón a Kiko Matamoros debido a que Carrasco es "una persona con notoriedad pública" y que las declaraciones del colaborador no suponían "ninguna invasión del ámbito de intimidad de Rocío Carrasco, dado que no desvelan ningún dato ni ninguna información sobre su vida privada personal o familiar que pueda considerarse lesiva o que se entrometa en el ámbito reservado protegido".
Ahora, Rocío Carrasco se ha vuelto a llevar un varapalo ya que, hace unos días, el Tribunal Supremo ha vuelto a desestimar el último recurso que había presentado, fallando de nuevo a favor de Matamoros. Según el juzgado, las palabras del tertuliano no tenían la "gravedad e intensidad ofensiva suficiente para llegar a constituir una intromisión ilegítima en el derecho fundamental a su honor", además de que "no se incluyen términos o expresiones inequívocamente insultantes, injuriosos o vejatorios".