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Kiko se confesó entusiasmado con el galardón.

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Tras más de un año sin tener contacto, la muerte de de la madre de Isabel Pantoja, el pasado 28 de septiembre, logró lo que parecía imposible: que la tonadillera y su hijo, Kiko Rivera, volvieran a verse.

Ambos vivieron momentos muy emotivos mientras estuvieron juntos en Cantora, lo que hizo pensar que su relación sería fluida a partir de entonces. Sin embargo, han ido pasando las semanas y no han vuelto a encontrarse.

El estado de la relación con su madre fue una de las cuestiones sobre la que le preguntaron a Kiko Rivera cuando acudió a recoger el premio que le otorgó Radiolé. “El reencuentro será en el 2022 o en el 2023, nunca se sabe”, bromeó el “dj”, quien añadió: “Las cosas a su debido tiempo”.

De hecho, se había dicho que el 'dj' la visitaría el puente de Todos los Santos, pero le dio plantón a la tonadillera en uno de sus peores momentos. 

Kiko Rivera, volcado en su carrera

Muy feliz con el galardón recibido, el primogénito de Isabel Pantoja se acordó de doña Ana cuando lo recogió. “Me vais a permitir que este premio vaya directamente al cielo, se lo quiero dedicar a mi abuela, que seguramente lo esté viendo”, declaró.

El “dj” también se pronunció sobre el distanciamiento con su hermana, Isa, y su prima Anabel, aunque no entró en detalles y se limitó a señalar que está volcado en su carrera.

“Hay que centrar las energías positivas en una cosa, no puedo estar de pelea en pelea”, afirmó.

Asimismo, el joven cuenta con el apoyo incondicional de su mujer, Irene Rosales, que incluso ha protagonizado su último videoclip. Aquí, un momento de la grabación:

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