Laura Madrueño: "'Supervivientes' es durísimo, pero también un regalo"
La presentadora Laura Madrueño vivirá en Honduras los próximos meses presentando 'Supervivientes 2025'
Laura está encantada con su trabajo de presentadora en el “reality”
¡Ya ha arrancado 'Supervivientes'! El “dream team” de presentadores vuelve a ser el mismo que el de ediciones anteriores, pues repiten frente al formato Jorge Javier Vázquez, que será el encargado de conducir las galas de los jueves; Sandra Barneda, que conducirá los debates de los domingos de 'Conexión Honduras'; y Carlos Sobera, que por su parte será quien esté frente a 'Tierra de Nadie', las galas que harán un repaso a todo lo acontecido en Honduras cada martes.
Y, como no podía ser de otra forma, al otro lado del Atlántico, a pie de playa y viviendo de primera mano el sufrimiento de los concursantes está Laura Madrueño. La madrileña de 38 años asume así por tercer año consecutivo un reto que la mantendrá varios meses lejos de su hogar, de su marido -el fotógrafo y arquitecto Álvaro Puerto- y de sus animales. Esta vez, al menos, va con billete de vuelta, porque por suerte este año 'Supervivientes All-Star' arrancará en septiembre.
“Supervivientes es durísimo, pero también un regalo”
PRONTO: ¿Cómo te sientes ante tu nueva aventura -ya la tercera- en el formato?
LAURA MADRUEÑO: ¡Pues de los nervios, cómo voy a estar! Al ser la tercera edición ya lo afrontas de otra manera, pero sigue siendo el mayor reto profesional que puedo tener en la televisión. Pero la primera vez fue un salto al vacío, la segunda fue diferente porque tuvimos el cambio de productora, galas de cuatro horas en directo, muchos más juegos… Este año va a ser mi primer año de ir más asentada no sólo personalmente sino en cuanto al equipo. Creo que voy a estar más tranquila.
Laura con sus padres, Margarita y Mariano Antonio, que van a visitar a su hija cuando le toca presentar el "reality".
P.: No es fácil estar alejada de tu entorno, ¿eso cómo lo llevas?
L.M.: Realmente es muy complicado mantener el contacto con la familia porque con la diferencia horaria de ocho horas, cuando yo me estoy levantando aquí se están acostando; los días de gala allí son muy intensos y no tienes tiempo de nada, con lo cual te vas alejando cada vez más, el reality te va absorbiendo y te vas alejando de la vida de Madrid. Es inevitable. Pero mentalmente estoy más fuerte porque voy asimilando todo eso.
P.: ¿Cómo lleva tu marido tus meses de ausencia?
L.M.: Regular. Irá a visitarme y mis padres seguro que también. Mis padres lo llevan fatal.
P.: Te perderás muchas cosas de su vida estando allí…
L.M.: Muchas. De hecho mi cumpleaños fue un día antes del arranque de 'Supervivientes', el de mi pareja está muy cerquita, el de mi padre también… y me pierdo la primavera, que es lo más maravilloso del mundo, me pierdo plantar mi huerta. Obviamente pierdes miles de cosas.
P.: A Lara Álvarez le pesó eso, estar lejos de su familia tanto tiempo. ¿Tú cuánto crees que aguantarás?
L.M.: Yo no tengo una bola de cristal y la televisión es un mundo súper cambiante. No te puedo decir, no lo sé. Yo quiero disfrutar del momento y de esta gran oportunidad que tengo ahora. Es un programa que siento que está súper hecho para mí porque tengo un plató de ensueño, qué más puedo pedir que presentar descalza y viendo peces aguja en el agua. Es durísimo pero es un regalo. Y esa adrenalina y el reto profesional diario engancha. Y aquí no lo tengo.
P.: ¿Qué te vas a llevar para “hacer hogar” allí y no echar de menos tantas cosas?
L.M.: De todas formas lo que he aprendido allí es que no te hacen falta cosas. En Honduras no tenemos nada y si nos tenemos que hacer algún regalo entre los compañeros del equipo son dibujos, algo manual y mucho más significativo. Yo allí estoy cinco meses sin hacer compras, y eso es uno de los aprendizajes que me llevaré siempre. Yo nunca he sido materialista pero te das cuenta de que las cosas que valen son otras.
P.: ¿Qué metes entonces en tu maleta?
L.M.: Muchas cosas. Comida que allí no encontramos, incluso mi taza, mi té japonés, cremas o jabones que te recuerdan a los olores de casa. Y fotografías. Pero mi casa de allí ya la siento mi propia casa. Tener allí hogar es importante.