Lola Herrera nos cuenta cómo está tan espectacular a sus 87 años

Muchos pensarán que, a su edad, Lola Herrera está mayor para entender nuestra vida moderna, dominada por las tecnologías. Sin embargo, ella, quizás por eso de haber nacido hace 87 años, tiene más perspectiva y libertad a la hora de juzgar en qué nos hemos convertido.

Para hacernos reflexionar sobre ello, la grandísima diva de la escena ha vuelto a subirse a las tablas del Teatro Reina Victoria de Madrid, para representar 'Adictos' junto con Lola Baldrich y Ana Labordeta -dirigidas por Magüi Mira- con un texto escrito por su hijo Daniel Dicenta y Juan Manuel Gómez.

"Los humanos somos adictos a casi todo"

PRONTO: Lola, ¿qué se van a encontrar los espectadores que vengan a ver 'Adictos'?

LOLA HERRERA: Una historia para pensar. Vivimos en un mundo muy convulso, con muchos problemas y el teatro sirve para reflejar nuestra realidad. Yo creo que en el teatro, todos calladitos y escuchando, a lo mejor prestamos más atención que a un telediario.

P.: Cuéntanos, ¿qué papel representas en escena?

L. H.: El de una científica con talento que ha conseguido descubrir algo muy importante para el bienestar de la sociedad, pero por el camino alguien lo copia y lo pretende utilizar de mala manera.

P.: Si te pregunto a qué eres tú adicta, Lola, ¿sería al trabajo?

L. H.: Los humanos somos adictos a casi todo. A todo lo que nos mandan, a lo que nos dicen que es moderno, que se lleva. Yo no entiendo el mundo de la tecnología, el estar todo el día con el móvil haciéndose fotos. Creo que hay demasiada memez, demasiada simplicidad. No digo que en la vida haya que ser intensos continuamente, pero tan simples y tan enganchados a cosas superficiales, para nada.

"El teatro es lo que me da la vida"

P.: ¿Y qué te parece lo de ligar por aplicación? ¿Tú lo hubieras hecho o lo harías?

L. H.: No, para nada. Si no conoces a la persona que tienes al lado, incluso casándote con ella y viéndola todos los días, ¡imagínate conocerla por aplicación! Para mí eso es como jugar a la ruleta rusa. Son cosas de los tiempos, pero no lo puedo entender.

P.: Hablas en pasado, pero tú estás estupenda, todavía podrías atreverte a jugar…

L. H.: ¡Sí, hombre! Yo soy una anciana, y las ancianas sólo tienen amigos. Hace muchos años decidí vivir sola y no tener historias, pero estoy encantada porque la experiencia acompañada no fue gratificante.

P.: ¿Cómo has llegado así de bien a los 87?

L. H.: Con buenos genes y sentido común. Envejecer es una cosa absolutamente normal aunque vivamos en una sociedad donde la vejez está mal vista. Pero es por la memez que hay en general. Hay que tener en cuenta que estamos aquí para aprender, y no desaprender, que es lo que estamos haciendo en los últimos dos siglos.

P.: ¿Te has marcado alguna fecha para dejar de trabajar o eres de las que no piensan en retirarse?

L. H.: Mientras siga teniendo fuerzas continuaré haciendo teatro, que es lo que me da la vida.