Loles León: la apasionante vida de la actriz de las 1000 caras

María Dolores León Rodríguez, más conocida como Loles León, nació en Barcelona el 1 de agosto de 1950, en el seno de una familia de Lora del Río (Sevilla), que había emigrado a Cataluña. 

El padre tenía una churrería en la playa de la Barceloneta y recorría las ferias de los pueblos con su negocio a cuestas. A los 11 años, María Dolores lo ayudaba a despachar con su desparpajo característico. 

Ella se puso a estudiar Comercio, aunque, en realidad, quería ser artista. Una actividad a la que su padre se opuso radicalmente. Pero, mujer de fortísimo carácter, Loles no desistió de sus propósitos y, como no la aceptaron en el Institut del Teatre por no tener acabado el bachillerato, se incorporó en grupos de teatro independiente de Barcelona, con los que interpretó obras de Bertolt Brecht y cuentos de Julio Cortázar.

Compaginó su pasión por los escenarios con trabajos de dependienta, recepcionista y cajera. Finalmente, su decisión de ser actriz le valió romper con su familia: "Fue un proceso de peleas, broncas y desilusiones, hasta que llegó la ruptura completa y hasta muchos años después, en los 90, no recuperamos la relación", explica.

Madre de un hijo al que llamó Bertoldo

Interpretando un Shakespeare cómico, le propusieron hacer cabaret y se convirtió en la primera "vedette" del grupo Roba Estesa, que actuaba en la sala Cúpula Venus de Barcelona a finales de los años 70.

En 1977, nació su único hijo, al que puso el nombre de Bertoldo en honor a Bertolt Brecht, fruto de una relación que Loles mantuvo durante varios años con un director de teatro en la época en que vivía en una comuna del barrio barcelonés de Gracia. Una época que ella recuerda como muy feliz, aunque no tenía ni un duro.

Al poco tiempo, tomó la decisión de irse a Madrid, donde se estaba viviendo la famosa movida. En la capital la actriz presentó su espectáculo "Loles León es Lola", en 1983, y tres años después, "Loles León es maravillosa". Dos años después, en 1988, su paso por el programa de TVE "Música golfa", con un número de cabaret, le deparó cierta popularidad. Ese mismo año, conoció a Pedro Almodóvar, después de haberlo perseguido para pedirle una oportunidad. Se la dio y no la desaprovechó: en 1988 rodó "Mujeres al borde un ataque de nervios", León de Oro del festival de Venecia. Al año siguiente, volvió a trabajar con el realizador manchego en "Átame".

Entrar en la década de los 90 siendo chica Almodóvar le abrió las puertas a trabajar con otros directores. Con Vicente Aranda hizo "El amante bilingüe" (1993), "La pasión turca" (1994) y "Libertarias" (1995). Le siguieron "Alma gitana", de Chus Gutiérrez; "La duquesa roja" (1996), de Francesc Betriu; "Amor de hombre" (1997), de Juan Luis Iborra, y "La niña de tus ojos" (1998), de Fernando Trueba.

En esos años, Loles fue nominada tres veces al Premio Goya a la mejor actriz de reparto por sus trabajos en "¡Átame!", "Libertarias" y "La niña de tus ojos" y conquistó dos galardones de la Asociación de Críticos de Nueva York.

"Mi papel en "¡Átame!" gustó tanto, que la NCA, la mejor agencia de actores del mundo, me hizo una oferta, pero yo pensaba: “¿qué hago aquí sola?”. Mi hijo me dijo que él no se movía de España y no me atreví a quedarme", recuerda Loles.

Colaboradora en "Crónicas marcianas" y accidentada amante de Jeremy Irons

En 1999, su nombre saltó a la prensa no sólo por colaborar en programas de TV como "El club de la comedia" y "Crónicas marcianas", sino por una "aventura" que acabó mal con el actor Jeremy Irons. La actriz coincidió con él en un programa de televisión. La pareja cenó y se fue de copas por Chueca para acabar la velada en la habitación del hotel de Irons, con tan mala fortuna que se fue la luz y ella sufrió un accidente al caerse por las escaleras de la suite, que era un dúplex. Años después, en el 2010, logró que el hotel la indemnizara con 44.000 euros.

Con su habitual sentido del humor Loles recordaba el percance diciendo: "Jeremy quería pegarme un polvo y yo a él. Cuando llegamos a la suite, él, como buen caballero, me dejó entrar a mí primero, no vi las escaleras, me caí y me rompí la pelvis y la muñeca".

En el 2003 y después de haber vuelto a coincidir con Almodóvar en "Hable con ella", empezó a trabajar en la exitosa serie "Aquí no hay quien viva", en la que interpretaba a la inolvidable Paloma Hurtado, esposa del presidente de la escalera, Juan Costa, un prototipo de hombre que está en las antípodas de sus gustos.

Pero acabó por dejarla por sus diferencias con el productor, José Luis Moreno. En el 2005, intervino en otras dos series de TVE que no lograron cuajar entre la audiencia: "Fuera de control" y "Manolo y Benito Corporeision", secuela de la exitosa "Manos a la obra". Retirada de este medio durante unos años, volvió en el 2013 como Sagrario de Castro, la malvada madre del marqués de Santillana, en "Águila Roja" (TVE), para la que tuvo que adelgazar unos cuantos kilos.

A pesar de su trabajo en el cine y la TV, el teatro siempre ha estado presente en la vida profesional de Loles, que regresó a los escenarios en el 2011, con Bibiana Fernández, en la obra "La gran depresión". Tal fue el éxito, que, al año de acabar una gira que las llevó por todo el territorio español, repitieron juntas con otra representación: "Más sofocos".

En el 2014, Loles vivió un año de sequía laboral y sólo consiguió un pequeño papel en la serie británica "Benidorm" mientras mantenía sus colaboraciones en el espacio "Amigas y conocidas", de TVE, como tertuliana. Pero en enero del 2015 dejó de trabajar en este programa. Al parecer, el detonante de su salida fue que la actriz lució un lazo naranja, contra los despidos en TVE y en apoyo de los trabajadores del ente público.

Tuvo que vender un apartamento por la crisis económica

Por eso no sorprendió que, en mayo del 2015, la prensa se hiciera eco de la delicada situación económica de la actriz. Después de más de 35 años dedicada a la interpretación, Loles reconocía que estaba en el paro y que había tenido que vender un apartamento de playa para superar una difícil situación económica.

La crisis económica obligó a su hijo Bertoldo, que la había hecho abuela de un niño al que llamó Telmo, a cerrar la productora que tenía. Según Loles, el culpable de su situación era el Gobierno. "A mí me ha arruinado con estos impuestos y con estos IVA. Yo no le debo dinero a ningún acreedor, ni a nadie.", se quejaba en una entrevista.

También explicaba que le había pedido trabajo a Pedro Almodóvar en su próxima película, pero que no había recibido respuesta del director manchego. Con cierta amargura decía: "Es que ya no nos relacionamos. Pero no sólo con él, sino con mucha gente de hace 20 años. Tenemos la amistad, pero no nos relacionamos".

Más tarde volvió a fichar por la novena temporada de "La que se avecina", y volvió a trabajar con sus antiguos compañeros de "Aquí no hay quien viva". 

A pesar de que ha confesado que la pandemia la paró un poco, lo cierto es que esta actriz, que no tiene miedo de reinventarse a sí misma las veces que haga falta, demuestra que tiene mecha para largo, como podemos ver en sus exitosas actuaciones en Tu Cara me suena.

Aquí, con su gran amigo Mario Vaquerizo:

Seguro que este programa es una lanzadera para una mujer luchadora que se ha atreve con todo y se ha puesto en la piel de personajes tan dispares como entrañables.