Consciente de su delicada salud, la presentadora se está cuidando mucho y respeta el confinamiento.
Encerrada en casa de su hija Carmen y siguiendo las normas establecidas por las autoridades sanitarias contra el coronavirus. Así está María Teresa Campos, quien ni sale del domicilio ni recibe visitas, consciente de que son dos elementos esenciales que todos deberíamos respetar para volver cuanto antes a la normalidad.
Covid-19 aparte, la presentadora afronta la vida «postarrocet» con optimismo y a la espera de que cristalice algún proyecto que la devuelva a la televisión. Recordemos que hace pocas semanas pidió trabajo para pagar el alquiler.
Es cierto que la Campos ha renunciado a cualquier posibilidad de volver con Bigote Arrocet después del daño que le hizo y lo mucho que ha sufrido por él. También es verdad que el locutor de radio Emilio Javier está en su vida, aunque niega que lo suyo sea algo romántico y sí, sigue buscando casa mientras trata de vender su chalet de Las Rozas.
De Edmundo sólo sabe que se «escapó» a Miami justo antes del cierre de los aeropuertos y que no tiene fecha de vuelta. Ni le interesa saberla.