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María Eugenia Yagüe: “En el fondo, el duque de Feria era un pobre desgraciado”

La periodista se carteó con el aristócrata Rafael Medina cuando éste estuvo encarcelado

María Eugenia Yagüe iba a escribir las memorias del aristócrata.

José de Santiago / Ivonne García

La colaboradora televisiva y periodista María Eugenia Yagüe acaba de publicar 'Los Medinaceli. Nobleza y escándalos' (ed. La Esfera de los Libros), en el que, entre otras figuras, también aborda la del fallecido Rafael Medina, duque de Feria, que ocupa el lugar más polémico y escandaloso del núcleo familiar.

PRONTO: A Rafael le definieron como la oveja negra de la familia.

MARÍA EUGENIA YAGÜE: Fuimos muy buenos amigos, y comenzó a caer en los infiernos cuando se enteró de que su esposa, Naty Abascal, le fue infiel con Ramón Mendoza. De todas formas, Rafael arrastraba la tristeza que le supuso tener un padre que le ninguneaba y una madre que no le hacía caso. Él se sentía muy marginado por el favoritismo que Mimi tenía hacía su hijo Ignacio. Era una losa psicológica. Si a lo anterior le unes la infidelidad de Naty… Rafael comenzó a frecuentar determinados ambientes nocturnos muy nocivos en Sevilla, que le empujaron a las drogas y a los prostíbulos.

“Quería demostrar que no todo en su vida era malo”

Una imagen retrospectiva del duque de Feria, con su esposa, Naty Abascal, y los dos hijos de ambos.

P.: No buscaba solamente sexo.

M.E.Y.: Efectivamente, iba en busca del cariño que le faltaba. Y compañía. Desahogarse. En aquel período oscuro hubo más drogas que sexo.

P.: Estuvo encarcelado cinco años. Tú te carteabas con él. ¿Qué te decía?

M.E.Y.: Que vivió ese período como una montaña rusa, con subidas y bajadas de ánimo continuas. Unas veces se mostraba resignado, daba clases a los presos, era educado y afable, pero otras se venía abajo. Se comunicaba conmigo porque tenía muchas ganas de contar su vida, demostrar que no todo era malo. Él fue un gran empresario que sacó adelante la fábrica de cueros familiar.

P.: Pues le tacharon de vicioso y pervertido.

M.E.Y.: Hay que ponerse en el lugar de los demás y saber por qué ocurren las cosas. En el fondo, Rafael era un pobre desgraciado.

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