Hace 20 años, María Isabel se convertía en un fenómeno europeo tras ganar Eurovisión Junior 2004 con su icónica canción "Antes muerta que sencilla". Aquella niña de tan solo 9 años, con energía arrolladora y un flamenco lleno de arte, conquistó a toda Europa, regalando a Lillehammer, Noruega, una actuación inolvidable.