María Teresa Campos vive el peor verano de su vida por la mala relación entre sus hijas
"No hay ruptura absoluta, pero no puedo obviar la realidad", ha dicho la hermana mayor
Para la matriarca de las Campos el verano del 2021 será de los que queden para el olvido. No está siendo éste un buen año para María Teresa, que ha atravesado momentos complicados tanto a nivel profesional como en lo personal. Ahí está la cancelación de su último proyecto, "La Campos móvil", que echaba por tierra su deseo de seguir trabajando al llegar a los 80 años, o, en el plano emocional, la muerte de Mila Ximénez, que la dejó muy tocada.
Y no han sido sólo estas circunstancias las que han hecho mella en su estado anímico. A fin de cuentas, todos los que la conocen coinciden al decir que María Teresa es una mujer fuerte y muy capaz de remontar las situaciones más adversas, como ha demostrado a lo largo de su vida. Sin embargo, la periodista no contaba con una situación que jamás habría imaginado, que la afecta en lo más profundo de su alma y que ha acabado por derrumbarla: la tensión y el distanciamiento que hay entre sus dos hijas, Terelu y Carmen.
Tanto es así que el mal rollo entre las dos hermanas ha provocado que no quisieran coincidir durante la tradicional estancia veraniega de su madre en Málaga, donde siempre pasaban varios días todas juntas, disfrutando de la playa y el sol.
Este año ha sido imposible y no poder contar con el cariño y el apoyo de sus dos hijas después de unos meses tan complicados, a María Teresa le ha resultado muy difícil de soportar. De hecho, un colaborador de Telecinco explicó en el programa "Socialité" que "María Teresa llamó a una amiga llorando diciendo que quería volver a Madrid". Y eso es lo que hizo, entre otras cosas porque en la capital puede estar más entretenida y se siente más arropada por su chófer y hombre de confianza, Gustavo, y también por Kiko Hernández, con quien mantiene una gran amistad.
Diferencias irreconciliables desde el 2017
En el 2017, quedó claro que Carmen pensaba que su hermana mayor siempre había sido la favorita de su madre y que logró ser presentadora de televisión gracias a ella. Y claro, eso no le sentó nada bien a Terelu.
Cuando las dos coincidieron en el plató de "Sálvame", volvieron a saltar chispas. Tan mal lo pasaban con aquellas peleas que, viendo que se estaban distanciando, en el 2019, decidieron dejar el programa para poder arreglar las cosas. Pero ni por ésas.
Y la gota que ha colmado el vaso ha sido el enfrentamiento de Carmen con su sobrina Alejandra Rubio, la hija de Terelu, que colabora en "Viva la vida", donde coincide con su tía. El plató de ese espacio ha sido testigo de más de una bronca entre tía y sobrina que, en ocasiones, se han dicho de todo menos cosas bonitas. El enfrentamiento llegó hasta tal punto que Carmen se quejó públicamente de no sentirse respetada por Alejandra. "Cuando me encuentro en el plató con ella, va sistemáticamente en mi contra", dijo.
Por su parte, Terelu, molesta por la falta de apoyo de su hermana a su hija en su nueva faceta de tertuliana, se lamentaba con "profunda tristeza" al ver aquellas peleas. Hubo un intento de firmar la paz en junio, coincidiendo con el 80º cumpleaños de María Teresa Campos, pero la calma duró poco, dejando vía libre al verano más frío y distante de las Campos.
"La televisión ha complicado la armonía familiar"
Hace unos días, las dos se vieron cara a cara en "Viva la vida". Allí, Terelu fue bastante explícita al decir: "No hay ruptura absoluta con mi hermana, pero no voy a obviar la realidad. No sé hace cuánto tiempo que no vamos juntas a cenar...". Carmen comentó que ella nunca ha ido contra su sobrina y que le falta comunicación con su hermana, y añadió: "Respeto lo que dice Terelu, pero creo que para juzgar bien las cosas hay que verlo todo". El programa dio motivos para la esperanza cuando, al despedirse, las hermanas, que reconocieron ser "extremadamente diferentes", se dieron un cariñoso abrazo.
Tras ese encuentro, Terelu ha confesado que echa de menos a Carmen, sin la que le habría sido mucho más difícil recuperarse de sus enfermedades. "Siempre hemos sido una familia muy unida, pero que mi hermana, mi hija y yo estemos delante de las cámaras ha complicado la maravillosa armonía familiar", ha asegurado, tratando de explicar la causa de sus problemas con Carmen.
El culebrón continúa, porque a todas estas diferencias hay que sumar el hecho de que Carmen haya hecho las paces con Kiko Hernández, gran amigo también de su madre. Y eso no les ha sentado bien ni a Terelu ni a Alejandra, quienes han tenido varios desencuentros con el colaborador de "Sálvame". Así que la guerra de las Campos... suma y sigue.