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El marido de Belén Esteban exige que no se hable más de él

Miguel Marcos ha dado un golpe en la mesa tras los rumores de una presunta crisis con la colaboradora de televisión

Belén Esteban ha compartido la decisión de su marido (Telecinco)

Paula Gómez

Tras los incesantes rumores de crisis difundidos por programas como 'Fiesta' y 'Así es la vida', tanto Belén Esteban como su marido han tomado una drástica decisión. La pareja de la colaboradora siempre ha preferido quedarse en un discreto segundo plano en su relación con ella, pero la repercusión mediática de la de Paracuellos ha hecho prácticamente imposible evitar las cámaras y el interés de los medios.

Para poner remedio a las polémicas de las últimas semanas y a estos rumores de crisis, que ella ha desmentido, han pedido "el cese inmediato de cualquier referencia hacia don Miguel Marcos Martín puesto que atenta contra su privacidad, produciendo daños a su intimidad y a su entorno familiar".

"Creemos que no se puede tolerar de ninguna manera que los medios de forma totalmente unilateral y arbitraria vulneren los derechos de una persona. En el supuesto que dicha situación persista se verá obligado a emprender acciones judiciales contra las personas, cadenas y medios por atentar contra la vulneración de los derechos de una persona. Además, tampoco podrá ser utilizado ninguna imagen o información relacionada con don Miguel Marcos Martín", concluye. Puedes leer el comunicado completo, que ha compartido la propia Belén Esteban en su Instagram, a continuación:

El comunicado de Miguel Marcos.

Miguel Marcos no es la única pareja de un personaje famoso que toma la decisión de denunciar a medios que expongan su vida personal. Este caso ha recordado a algunos usuarios de redes sociales al que ya vivieron personajes públicos como Rocío Carrasco y Fidel Albiac, que presentaron una demanda por violación de su privacidad tras protagonizar las tertulias de tres espacios de Antena 3 en 2016.

La Audiencia Provincial de Madrid la rechazó al entender que, en ese caso, prevalecía la libertad de expresión frente al honor del matrimonio, debido a que existía un interés público relativo para hablar de la vida privada de los demandantes por ser personas de proyección pública.