Durante los años 90, hubo un nombre propio en el mundo de la moda masculina por el que se peleaban todas las marcas: se trataba de Mark Vanderloo, modelo neerlandés que, además, se casó en esos años con Esther Cañadas., Por su matrimonio con la top alicantina y su simpatía ante los medios de comunicación chapurreando español, Mark se convirtió en un personaje muy querido en nuestro país pero, tras su separación de Esther, se le fue poco a poco perdiendo la pista.