Matías Roure de 'First Dates': "No soy tímido, soy sensible"
En el séptimo aniversario de ‘First Dates’, su barman confiesa estar enamorado de su trabajo
El pasado 17 de abril el restaurante más romántico de la tele, el de 'First Dates' celebró su séptimo aniversario con una edición especial en Cuatro. Fue un homenaje a lo que han vivido durante estos años los más de 17.000 solteros que han pasado por allí, muchos de los cuales se han enamorado en las más de 8.300 citas televisadas.
Tantas flechas ha lanzado Cupido en el restaurante que incluso alguna, en su día, impactó en el corazón de su atractivo barman, el argentino de 40 años Matías Roure, que vivió una relación con la camarera Lidia Torrent durante tres años, hasta verano del 2019, cuando anunciaron su ruptura.
"He crecido personal y profesionalmente"
PRONTO: ¡Siete años ya con este espacio! ¿Ha habido una evolución en ti en este tiempo?
MATÍAS ROURE: El Matías que empezó no es el que te está hablando hoy. He crecido personal y profesionalmente, me han salido canas y me siento un privilegiado por las oportunidades que me han ido apareciendo.
P.: A ti mismo el programa te ha dado la oportunidad de conocer el amor también.
M.R.: Claro que sí. Yo me enamoré a nivel personal y me enamoré a nivel profesional, porque gracias a esta experiencia me di cuenta de que me gusta este mundo, me gusta comunicar, me gusta ayudar a la gente, escuchar. En este trabajo me enamoré de lo que hago.
P.: ¿Cómo es ahora tu relación con Lidia?
M.R.: Muy buena. Fuimos compañeros de trabajo mucho tiempo, estuvo aquí también Elsa Anka y todo quedó en familia.
P.: ¿Conoces a la pequeña Elsa?
M.R.: Sí, porque Lidia vino aquí un día con la niña y nos la presentó. Tenemos una relación muy sana.
"No me apetece enamorarme"
P.: ¿Cómo llevas ser un camarero tan deseado y que chicas y chicos, en lugar de pensar en sus citas, vayan a la barra a verte? ¿Te entra la timidez?
M.R.: Mira, yo no soy tímido, soy sensible. Lo que no entiendo es cómo la gente no se cansa del barman después de siete años.
P.: ¿En el programa te han propuesto la opción de tener una cita?
M.R.: No. No me apetece enamorarme. Estoy soltero y me siento muy bien.
P.: ¿Y qué tendría que tener una chica para enamorarte?
M.R.: Que sea real.
P.: ¿Te atreverías con un chico si surgiera?
M.R.: No. Acepto a la gente que se abre a probar cosas nuevas, me parece fantástico, pero no es mi caso.
P.: ¿Te da pudor que te consideren un "sex-symbol"? ¿Se te ha subido a la cabeza?
M.R.: Es que no lo soy. Y tampoco se me habría subido a la cabeza porque mi madre me ha educado muy bien. Al final todo esto es superficial y no hay que dejar que la apariencia oculte la esencia.