Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas estuvieron hace unos días de vacaciones en la finca de S’Estaca, en Deià (Mallorca), a la espera de que algún comprador se interese por ella. La villa, construida en una parcela de 100 hectáreas de terreno y con unas envidiables vistas al mar, salió al mercado hace cinco años por 50 millones de euros pero, con el paso del tiempo, ha ido bajando de precio en busca de un nuevo propietario.
La última táctica del actor para tratar de venderla ha sido poner su voz en el vídeoanuncio de la inmobiliaria que gestiona la operación. En él explica que se trata de un «lugar de retiro mágico», por su relación con el Arxiduc Lluís Salvador. «Cuando vi por primera vez s'Estaca, caí también bajo su hechizo. Muchos de mis amigos han estado en s'Estaca y han disfrutado de una estancia maravillosa». ¿Conseguirá por fin venderla?