Se complican las cosas para el clan Bosé. Al «escándalo» judicial de la matriarca, a la que se le acusa de haber vendido una obra de Picasso que no era suya sino de Reme, la tata de la familia, y a la mediática separación entre Miguel Bosé y Nacho Palau, se une ahora el enfrentamiento entre Lucía y Miguel a causa del escultor.
Según nos desvela una fuente familiar muy cercana, Lucía Bosé insiste en que el «divorcio» de su hijo no impedirá que ella siga manteniendo una amistad con el valenciano, ya que continúa sintiendo un gran cariño hacia él y, sobre todo, hacia los gemelos que llevan su apellido, a los que por supuesto considera sus nietos. A Miguel Bosé, que ha exigido a sus íntimos que borren a Nacho de sus vidas, parece que no le está haciendo ninguna gracia la «rebeldía» de la matriarca.