Entre el bullicio de los aficionados y el ambiente competitivo que anoche se respiraba en el estadio de la Cartuja en Sevilla, Omar Montes fue el encargado de llevar el ritmo a la final de la Copa del Rey. Una actuación que no ha causado buena sensación en redes sociales, ya que ha sido fuertemente criticada por ser un cantante madrileño quien tenga que cantar sevillanas en la propia capital.