Padre Ángel: “Tengo que ponerme bien para viajar a Ucrania”
El fundador de Mensajeros de la Paz, de 86 años, ha estado hospitalizado a causa de un problema gastrointestinal
El padre Ángel, en una imagen de archivo durante una entrevista para Televisión Española.
Un problema estomacal impidió al padre Ángel oficiar la misa funeral por el alma de Fernando Fernández Tapias el pasado lunes 13 de noviembre. Tuvo que ser ingresado en un hospital madrileño, pero atendió amablemente la llamada de tu Revista Pronto para interesarnos por su salud y nos dijo: "Me estoy recuperando sin problemas y esperando a que me den el alta. Tengo que ponerme bien para viajar a Ucrania el día 20 de este mes con sor Lucía Caram para supervisar los proyectos solidarios que tenemos allí". Y es que ambos llevan meses trabajando para abrir un hospital en este país en guerra.
"Dios me mantiene fuerte"
PRONTO: Nos alegramos de que estés mejor.
PADRE ÁNGEL: Gracias, lo peor ya ha pasado. Me hicieron un lavado de estómago. Esto me pasa por comer mucho, tengo que cuidarme más. Estoy deseando salir de aquí porque tengo muchos asuntos que atender. Pero, bueno, ya me siento mejor y con muchas ganas de volver al trabajo.
P.: Es encomiable lo que hacéis en Ucrania.
P.Á.: Hay que ayudar en lo posible, conseguir hospitales de campaña, alimentos, medicinas... para quienes sufren esa guerra tan injusta.
P.: Y qué bien funciona la colaboración entre tu oenegé, Mensajeros de La Paz, y la Fundació del Convent de Santa Clara de sor Lucía.
P.Á.: Estamos muy unidos en este gran proyecto, hay una gran colaboración entre los dos. Y no temo al peligro por viajar a Ucrania, los peligros están más cerca aquí.
P.: Fortaleza no te falta.
P.Á.: Eso que no falte nunca. Creo que Dios me mantiene fuerte. Algo hay…
P.: A tus 86 años, no paras.
P.Á.: Ni quiero parar. Hay mucha gente en el mundo que necesita ayuda y nosotros estaremos al lado de los más necesitados siempre.
Además de viajar a Ucrania, el padre Ángel quiere también viajar a Gaza para ver de primera mano el terrible conflicto que se está viviendo allí y ayudar en todo lo que pueda. El sacerdote está dispuesto a ir aunque le cueste la vida: "No es un acto heroico", ha confesado muy convencido.