El papa Francisco: tiernas declaraciones de su antigua novia
Capítulo 2: Amalia, su primer y único amor
Enamorado a los 12 años de Amalia Damonte, una chica de su misma edad a la que había conocido en clases de baile de tango, Marito, como llamaban coloquialmente al Papa en su juventud, se encontró con la oposición de los padres a aquel amor infantil y primerizo.
Sería el único de su vida por una mujer, ya que poco después Jorge Bergoglio recibiría la llamada de Dios, indicándole cuál iba a ser su camino en esta vida. Un camino que le conduciría por derroteros muy diferentes a los que su corazón de adolescente le había dictado.
"Jorge era una persona que, siendo niño, era grande, maduro, una maravilla de muchacho. Jugábamos en las aceras o en los parques de la zona al agua, a la rayuela, bailábamos... Algo muy lindo", explicó emocionada Amalia, en el 2013, cuando Bergoglio fue elegido Papa.
"Éramos muy humildes y amábamos a los pobres, en eso éramos almas gemelas", apuntaba Amalia, quien también recordaba que le envió una "cartita" con un dibujo y un tierno mensaje, "si no me caso con vos, me hago cura".
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