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Paula Vázquez se sincera como nunca después de volver a TV tras su veto

La presentadora ha vuelto a La 1, cadena en la que conduce el concurso ‘El puente de las mentiras’

Paula Vázquez pasó por una dura etapa de depresión y ansiedad.

Araceli Manzanares / Alexia Humanez

Hace ya tres décadas que, precisamente en La 1, conocimos a una jovencísima Paula Vázquez como azafata del 'Un, dos, tres… responda otra vez'. Ahora, la gallega, de 48 años, ha vuelto a su cadena de origen para presentar cada miércoles 'El puente de las mentiras', un concurso repleto de tensión y diversión en el que un equipo compuesto por cuatro personas conocidas compiten cruzando un puente y, para ir de un sitio a otro, deberán ir pisando verdades y evitando las mentiras, o arriesgarse a quedar fuera del juego.

Con menos de 20 años, en el ‘Un, dos, tres…’.

PRONTO: Hablando de mentiras… ¿cuál es la mayor que se ha dicho sobre ti?

PAULA VÁZQUEZ: Se han dicho muchas. Una vez me sacaron en una revista con mi padre, y ponían: "Su nuevo amor", y otra vez con mi hermano, y titulaban: "¡Pillada!". Pero la que ha llegado a nuestros días como veraz, y no lo es, ha sido que me quité las costillas flotantes. Y otra mentira es que soy muy radical en el tema político, y no es cierto.

"Que mi trabajo guste ya no me presiona como antes"

P.: Has vuelto a Televisión Española cuando se cumplen 30 años de tu debut en la pública, en 1993. ¿Cómo era esa Paula que se estrenaba en el "Un, dos, tres…" y cómo has cambiado?

P.V.: Diría que, sobre todo, han cambiado mis prioridades. Yo antes quería gustar, encantar mágicamente a la gente para que no cambiaran de canal. Ahora lo que quiero es sacar mi trabajo adelante, pasármelo bien y si gusta bien y si no, no pasa nada. Eso ya no me presiona tanto como antes.

P.: ¿Cómo vas a pasar el verano? ¿Habrá tiempo para algo más que trabajar?

P.V.: No lo tengo claro todavía, porque este programa llegó por sorpresa, pero me apuntaré a cualquier plan que me surja para viajar. Seguramente lo que haré será volver a Galicia, pero me encantaría viajar a Portugal o recorrer alguna isla como Santorini.

P.: Tiempo atrás te retiraste de la vida pública debido a problemas de ansiedad y depresión. ¿Qué te ayudó a recuperarte, a salir de ese bache?

P.V.: En realidad fue al revés. Me retiraron de la vida pública porque Vasile compró Cuatro, donde yo era líder de audiencia tanto con 'Pekín Express' como con 'Fama, ¡a bailar!', y decidieron echarme de ambos formatos, proponiéndome hacer en Telecinco 'Supervivientes' con Jorge Javier Vázquez. Me negué porque no me apetecía. A partir de ahí, cuando desconecté de ese estrés crónico al que estaba acostumbrada, empezaron mis problemas de ansiedad que no sabía reconocer, porque no sabía lo que era un ataque de pánico. Me salió una clapa en la cabeza por la caída de pelo, tuve alopecia areata y el psicólogo me mandó al psiquiatra, porque lo que tenía era una enfermedad mental como es la depresión.

Durante una temporada estuvo al frente de ‘Pekín Express’.

P.: ¿Cómo lo abordaste?

P.V.: Fueron tres años de tratamiento en los que tuve que concentrarme en saber quién era, lo que quería, hacia dónde quería ir. Hubo momentos muy oscuros donde parecía que no iba a salir adelante y todo iba a acabar, no era capaz de ver otra cosa. Pero gracias a mucho esfuerzo, a mucha terapia, y a intentar no aislarme del mundo y socializar, salí de ese bache tan complicado y difícil que me ha hecho entender a los demás. Ahora que lo veo con distancia, pasar por una depresión ha sido muy enriquecedor. El coste ha sido alto, pero también es verdad que me ha convertido en la mujer que soy actualmente.

Entre el 2008 y el 2010 presentó ‘Fama, ¡a bailar!’.

"Me hace reír la gente inteligente y sabia"

P.: ¿Cómo estás ahora en ese sentido?

P.V.: Mucho mejor, gracias. Sigo haciendo psicoanálisis, porque está muy bien tener un lugar seguro en el que poder hablar sin que te juzguen y poder conocerte diciendo lo que a veces tienes miedo a pensar. No es tan fácil abrirse, hay ocasiones en las que debes reconocer miserias que tienes y eso te hace pasar por un túnel oscuro, pero, después, te das cuenta de que hay una luz maravillosa cuando sales.

P.: ¿Qué cosas te hacen sonreír y evadirte ahora?

P.V.: La gente inteligente y sabia me hace reír mucho, la gente "rabuda", como decimos en Galicia. Y evadirme, a veces lo hago con cosas muy tontas como las redes sociales. O comiendo, cogiendo el coche o la moto, haciendo planes que me propongan mis amigas como hacer el Camino de Santiago o coger un barco, aunque me maree. Y si es hacer "puenting", pues lo hago. Antes no, parecía una vieja porque había muchas cosas a las que les tenía miedo. Ahora ya no.

Aunque este verano le toca trabajar, la gallega, a la que le encanta el mar, intentará disfrutar de algunas escapadas.

P.: ¿Cómo te encuentras actualmente en lo personal y en el amor?

P.V.: En general estoy bien, pero, a lo mejor, en breve la cosa cambia, porque nada es para siempre. Una vez leí una frase de Lao Tse que decía que lo único permanente en la vida es el cambio. Procuro estar lo más estable posible y eso lo generan mis relaciones largas, las de mis amigas, mi familia y mi terapeuta