Pedro Carrasco: Raquel Mosquera, su familia y sus amigos lo recuerdan
Su viuda, Raquel Mosquera, asegura que, pese a haber rehecho su vida, recuerda a su primer marido, Pedro Carrasco, con mucho cariño y lo sigue llevando en su corazón
Raquel Mosquera y Pedro Carrasco.
Unos días antes de su muerte estuve con Pedro Carrasco charlando en el bar "El jamoncito", un establecimiento de Las Rozas (Madrid) en el que el ex boxeador solía comer con su esposa Raquel Mosquera. En ese mismo centro comercial, ella tenía su peluquería y él la iba a buscar muchos días cuando acababa su trabajo y volvían juntos a casa.
Pedro Carrasco estaba entonces feliz y muy enamorado de su mujer y encantado con sus dos nietos. Nada hacía prever que, poco después, el 27 de enero del 2001, moriría víctima de un infarto con 57 años.
"Tenía una bondad extraordinaria"
Raquel y Pedro se conocieron en 1993 a través de un grupo de amigos comunes.
Pasados estos 24 años, hablamos con su viuda, Raquel Mosquera, que le recuerda "con muchísimo cariño, pero, sobre todo, con mucha admiración por cómo era como persona, al margen de su prestigio como boxeador. Tenía un gran carisma y una bondad extraordinaria, siempre le llevo en mi corazón, no le he olvidado, le recuerdo continuamente y hablo mucho de él con personas que le conocían, con mi familia y estará siempre presente en mi vida, respetando, como es lógico, a mi marido y mis hijos. Con ellos he formado una familia muy bonita, pero Pedro sigue en mi corazón. No lo olvido".
El boxeador y la peluquera se dieron el "sí, quiero" en el verano de 1996, tras tres años de relación.
En su mente tiene un recuerdo imborrable: "Pedro siempre me decía: 'Toda la vida te seguiré queriendo… hasta después de la muerte. Porque muerto también se quiere, yo te quiero con el alma y el alma nunca se muere'. Y así es. Sé que, de alguna manera, desde el cielo, me ha ayudado y me ayuda para que todo me vaya bien. Su alma está a mi lado, hubo tanto amor y cariño entre nosotros, que le siento aquí".
Pedro Carrasco murió con la pena de estar distanciado de su hija, Rocío. Habían tenido una discusión y llevaban días sin verse ni hablarse. En este aniversario, hemos intentado localizarla, pero no ha respondido a nuestras llamadas. Sí ha hablado con nosotros su tío materno, Amador Mohedano, que rememora el momento en que vio a Pedro por primera vez: "Lo conocí en la finca de Chipiona. Apareció con un coche deportivo italiano color butano y fue un espectáculo. Tener como pretendiente de mi hermana Rocío a una gran figura del boxeo era increíble. Los dos se compenetraron muy bien desde el principio".
Y lo define como "un hombre con un gran sentido del humor, cariñoso, simpático, una persona muy familiar, amigo de sus amigos, generoso. Nos dolió muchísimo que él y Rocío rompieran su matrimonio. Por desgracia, murió muy joven".
Javier de Montini: "Lo vi muy ilusionado y feliz con Raquel"
Javier de Montini fue uno de los mejores amigos de Pedro Carrasco y nos cuenta que "nos llevábamos genial y me dolió mucho saber que había muerto. Yo fui el primer periodista en enterarme de que salía con Raquel. Le vi muy feliz e ilusionado con ella. Me da mucha pena que la viuda y la hija de Pedro estén tan distanciadas".
Otro de sus amigos, José Manuel, que fue compañero de trabajo cuando Pedro Carrasco trabajaba como representante, nos ha dicho: "Era un hombre bueno y un gran compañero. Se desvivía por ayudar a los demás. Todo el mundo le quería, tenía mucho carisma y una personalidad arrolladora, sobresalía por encima de los demás. Y en el trabajo era infatigable".
