Pepa Flores: todos los hombres de su vida
Tras cumplir 73 años, hacemos un repaso a los grandes amores de nuestra querida Marisol
La que fuera niña prodigio del cine disfruta de una tranquila vida en Málaga junto con su compañero sentimental, Máximo, con quien lleva más de 30 años de amor… De hecho, Pepa Flores se instaló en Málaga en 1986, después de una dolorosa ruptura con Antonio Gades, su segundo marido y padre de sus tres hijas. Por aquel entonces, Pepa Flores ya había tomado la decisión de dejar el cine y la canción para cambiar totalmente de vida. Poco podía sospechar que en esta nueva existencia aparecería un italiano 11 años menor que ella que le robaría el corazón y se convertiría en su pareja más duradera.
Máximo es su mayor apoyo
Máximo Stecchini era el encargado de la pizzería malagueña Trastevere, cuando, en 1988, acudió al local como clienta la que había sido niña prodigio del cine español.
Enseguida surgió la chispa del amor entre ambos e iniciaron una relación que intentaron llevar con la máxima discreción, pero no pudieron evitar ser fotografiados juntos en alguna que otra ocasión. Máximo se integró enseguida en el entorno de su pareja, entablando una excelente relación con las hijas de ésta, María, Celia y Tamara. El italiano también fue una ayuda fundamental para que Pepa lograra dejar atrás definitivamente su pasado artístico. "Salir de este mundo fue muy duro. Tener cerca a Máximo, amigo, compañero y la alegría de tres buenas hijas y una madre, que nunca se despegó de mi lado ha sido vital", declaró una de las pocas veces que habló con la prensa.
Los otros amores de Pepa Flores
Aunque vive junto a Máximo su etapa más dulce y tranquila, Pepa Flores tuvo, antes de conocerle, dos matrimonios fallidos. Casada en dos ocasiones, los motivos que llevaron a Pepa Flores a dar el "sí, quiero" fueron muy distintos en cada caso. A Carlos Goyanes lo conocía desde niña y, tras años de noviazgo intermitente, quisieron contraer matrimonio para llevar la contraria a sus respectivas familias.
De Antonio Gades se enamoró profundamente y se convirtió en su marido cuando ya tenían tres hijas.