Pepa Jiménez se sincera sobre su lucha contra el cáncer: "Me he librado de milagro"
La periodista confiesa que le detectaron el cáncer en los ovarios justo a tiempo, y ha explicado cómo está sobrellevando los efectos del tratamiento
Pepa Jiménez ha vuelto a la televisión junto a Jaime Cantizano.
Pepa Jiménez volvía a televisión hace unas semanas después de 13 años alejada de un medio que conoce muy bien. La periodista, que forma parte del nuevo pagacín 'Mañaneros', habló en plató sobre el cáncer que padece, un tema sobre el que ahora se ha sincerado como nunca.
Ha sido en una entrevista a La Razón donde la comunicadora reconoce que está muy feliz de volver a pisar un plató. "La única pega que veo es que estoy muy gorda, la inactividad y mi enfermedad me han pasado factura. Me preocupan los kilos de más y me gustaría estar más delgada", ha confesado. "El día de la presentación nadie me reconocía físicamente, lo hicieron por mi voz", comenta.
Pepa Jiménez: "No me quiero morir, me quedan muchas cosas por hacer"
Aunque no tenía intención de regresar a la televisión, Pepa Jiménez confiesa que fue el director del programa que presenta Jaime Cantizano el que la convenció. También ha contado los efectos de la lucha contra el cáncer: "Por culpa de la quimioterapia me ha quedado una neuropatía periférica, que es como si tuvieses cristalinos en las plantas de los pies, es horroroso, pero voy saliendo adelante lo mejor que puedo".
Tras superar la enfermedad, la periodista ha vuelto a la televisión.
Pepa Jiménez reconoce que "está enfermedad me ha cambiado la vida, mi forma de pensar", y es que le ha hecho valorar más las pequeñas cosas. "Yo no me quiero morir, me quedan muchas cosas por hacer, disfrutar de mi marido, de mi hija, mis nietos, mi trabajo… Estoy convencida de que no me ha llegado la hora de irme de este mundo, tengo sesenta y cinco años recién cumplidos y muchos más por vivir".
De su hija, que fue quien la acompañó al ginecólogo antes de saber que tenía dos tumores en los ovarios, sólo tiene palabras de agradecimiento. "Yo le di la vida y ahora se la debo", y es que "el oncólogo me dijo muy serio que me había librado de milagro, porque podía haber muerto si no lo hubieran pillado a tiempo".
Por suerte, la operación salió bien, pero los 6 ciclos de quimioterapia le provocaron efectos secundarios: "Me quedé sin pelo, sin cejas ni pestañas, vomitaba mucho, horrible...", ha contado. Eso sí, siempre tuvo el apoyo de su familia. "Mi marido, mi hija, mis nietos, me han mimado y cuidado al máximo en estos últimos años tan duros, estoy orgullosa de ellos. Pero han sufrido mucho por mi situación".
