Las peticiones de mano más románticas y originales de los famosos
Especial San Valentín 2023: recopilamos momentos inolvidables de Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz, Harry y Meghan y George Clooney y Amal, entre otros
Pedroche y Dabiz se lo pidieron mutuamente.
Con motivo del Día de San Valentín, tu Revista Pronto ha querido recordar aquellas ocasiones en las que algunos de nuestros famosos más queridos se pusieron de lo más “romanticones” y les pidieron matrimonio a sus parejas de las formas más originales.
Aunque Platón decía que "la mayor declaración de amor es la que no se hace", algunas celebrities se "han currado" declaraciones muy especiales y así nos lo han contado.
Harry con champán, Dabiz con croquetas
Harry y Meghan se prometieron en el jardín de su casa.
Por ejemplo, el príncipe Harry escribió en sus memorias, 'En la sombra', "una noche, poco después de que Meg llegara a Gran Bretaña, estábamos en casa preparando la cena, jugando con Guy –su perro, que por aquel entonces tenía las patas enyesadas- (...) Levanté a Guy en brazos, lo llevé al exterior y lo coloqué sobre una manta que había extendido en el césped. Luego volví al interior y le pedí a Meg que cogiera su copa de champán y saliera conmigo (...) Coloqué velas alrededor de la manta. Quería que pareciera Botsuana, la sabana, donde se me ocurrió por primera vez pedirle matrimonio".
Cristina Pedroche explicó que Dabiz Muñoz "me preparó unas croquetas muy interesantes y me dio un anillo. Pero primero se lo había pedido yo. Mejor pedida de mano que con unas croquetas a mí no se me ocurre, ja, ja, ja".
A George Clooney le salió todo mal
Por su parte George Clooney, en un programa estadounidense, hizo un relato de lo más hilarante sobre su pedida de mano a Amal. "Fue un momento horrible. Yo había planeado todo. Tenía el anillo escondido detrás de ella, la música preparada –una canción de su tía, Rosemary Clooney– y había cocinado la cena. Justo cuando se acercaba el momento, Amal se levantó y se fue a fregar los platos, algo que no había hecho en la vida. Le dije que hiciera el favor de volver. Le puse de excusa que necesitaba un mechero para encender una vela y señalé al cajón en el que estaba el anillo. Al verlo, ella pensó que era de alguna de mis ex y me lo tendió de mala gana -dijo George–. Yo estaba con una rodilla en el suelo y, por la lista de reproducción que había organizado, sé que tardó exactamente 25 minutos en contestar. Le dije: ‘Mira, espero que me digas que sí, pero, por favor, dímelo pronto, que tengo 52 años y podría romperme la cadera’".
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