¿Qué fue de Pocholo Martínez-Bordiú (y de su mochila)?
Pocholo Martínez-Bordiú fue, durante unos años, un rostro de lo más habitual en televisión. ¿A qué se dedica ahora? ¿Dónde está su eterna mochila?
Así es la nueva vida de Pocholo Martínez-Bordiú lejos de la tele.
Pocholo Martínez-Bordiú es, y seguirá siempre siendo, una rara avis dentro del encorsetado mundo de la nobleza en España. A él nunca le ha hecho falta vivir rodeado de lujos y seguir unas estrictas normas protocolarias: José María (que así es como se llama realmente) es feliz llevando una vida sencilla, entre Ibiza y Baqueira. Incluso ha llegado a vivir ¡en una caravana!
Por lo peculiar de su personalidad, en el año 2003 pasó a formar parte del casting de 'Hotel Glam', uno de los realities más locos que ha emitido Telecinco hasta la fecha. Era una época en la que Pocholo vivía de fiesta en fiesta y tenía una inseparable compañera: una mochila de cuero marrón que uno de sus compañeros estropeó. Aquel verano, la frase "¿quién me ha roto la mochila?" se convirtió en un meme mucho antes de que existiesen los memes.
El cásting completo de 'Hotel Glam' con Jesús Vázquez como presentador.
Al salir de 'Hotel Glam', Pocholo se enroló en otro reality, esta vez mucho más extremo y en Antena 3: 'Aventura en África'. Así, la popularidad del primo de Carmen Martínez-Bordiú aumentó y le mantuvo varios años en televisión. Entonces era un habitual del programa 'Crónicas marcianas'. En 2006 y 2007 tuvo un par de programas en LaSexta, pero no tuvieron mucha repercusión y Pocholo Martínez-Bordiú se retiró de los platós.
Una nueva vida lejos de las cámaras
Aunque nunca se ha desligado del todo de la televisión y, de vez en cuando, ha hecho apariciones en algún que otro programa como 'First dates' o 'Ven a cenar conmigo: gourmet edition', lo cierto es que ahora Pocholo vive una vida mucho más tranquila.
Pocholó Martínez-Bordiú probó suerte en el amor en 'First Dates'.
Tal y como le confesaba a Pablo Motos en una visita a 'El Hormiguero', ahora vive una vida mucho más tranquila, alejado del mundo de la noche, las fiestas y los excesos. Además, aunque también reveló que ya no consumía alcohol, no pudo evitar con su humor habitual dar el que, para él, es el mejor remedio casero para la resaca.
ABC reveló hace unos meses cómo es actualmente el día a día de Pocholo: en verano vive en Ibiza, donde es feliz en su caravana, y en invierno se traslada a Baqueira, donde enseña a los niños a esquiar. Pero por mucho que la tranquilidad haya llegado a su vida, Pocholo Martínez-Bordiú no se olvida del animal televisivo que fue. En 2018 fue uno de sus invitados en el programa de Bertín Osborne, y allí hizo una curiosa revelación: ¡por fin confesó quién le había roto la mochila!
Pocholo, en el programa de Bertín Osborne.
El culpable de hacerlo enloquecer en 'Hotel Glam' tras encontrarse rota su mochila fue nada menos que ¡Dinio!
Pocholo Martínez-Bordiú, empresario de éxito
No solo de la tele vive este singular personaje. Su lado empresarial también le ha dado varias alegrías en los últimos años. En 2015 El Mundo revelaba que Pocholo estaba trabajando en la comunicación del grupo Pachá, con discotecas en las principales ciudades de España. Además, en 2018, una de sus empresas ganó el premio a la innovación en la feria eDelivery de Barcelona.
La compañía de Pocholo y su socio, José María Gómez, había creado una innovadora moto eléctrica pensada especialmente para facilitar el trabajo a los repartidores.
El olfato de Pocholo para los negocios le ha llevado, cómo no, a crear su propia marca de mochilas. O mejor dicho, 'pochilas', como él las llama. Según su tienda online, las piezas, fabricadas en piel de Ubrique, rondan los 150-180 euros, y él mismo es el mejor embajador. De hecho, en la mencionada visita a 'El Hormiguero' Pocholo le llevó de regalo a Pablo Motos una bolsa para llevar la esterilla de yoga, también de su firma.
Hoy Pocholo Martínez-Bordiú ya no es el tipo crápula y fiestero que solía ser. Muy concienciado con la pandemia y habiendo dejado de lado sus malos hábitos, ahora vive tranquilo lejos de los focos. Eso sí, cada vez que un programa le reclama, ¡acude sin pensárselo!