La 34ª edición de los premios Goya tuvo un clarísimo vencedor: Pedro Almodóvar y su «Dolor y gloria». Y fue el manchego el artífice de una de las anécdotas más hermosas de la jornada al explicar que su película nació de un recuerdo de la infancia, cuando su madre y las otras mujeres de su pueblo lavaban la ropa en el río y a él aquella «ceremonia» le parecía una fiesta.
Mención aparte merece Antonio Banderas quien, al recoger su Goya al mejor actor, exclamó: «¡Si mi cardiólogo me está viendo tiene que estar flipando!», en alusión al infarto de miocardio que sufrió hace tres años.
También vimos a las hijas de Marisol recogiendo el Goya de honor de su madre, la divertida indiscreción de Almodóvar hablando de Penélope Cruz y los Oscar, a la encantadora Julieta Serrano con su traje de noches y zapatillas deportivas, el trasero de los presentadores...
No te pierdas las mejores anécdotas de la noche, incluida la entrega del premio a la entrañable Benedicta Sánchez.
La inmensa foto de grupo en la que posaron todos los galardonados de esta edición con sus «cabezones».