"La realidad es que uno nunca quiere llegar a este momento. No estoy cansado de jugar al tenis, simplemente el cuerpo ha llegado un momento en que no quiere jugar más, con lo cual hay que aceptar la situación. Me siento un superprivilegiado. Sólo puedo dar gracias a la vida. Hice de mi 'hobbie' mi profesión"., Con estas emotivas palabras, Rafael Nadal, el mejor tenista español y uno de los mejores del mundo de todos los tiempos, ponía punto y final a su carrera profesional tras caer el equipo nacional ante Países Bajos en la Copa Davis, el último torneo oficial que disputaría en sus 38 años de vida.