Rafael Amargo quiere probar su inocencia
La Fiscalía pide nueve años de prisión para el bailaor al considerar que vendió drogas en su propio domicilio de manera "persistente". Él está dispuesto a demostrar que no es verdad
Rafael Amargo se enfrenta a un mediático juicio.
El bailaor Rafael Amargo ha rechazado el acuerdo que le proponía la Fiscalía, por el que le reducirían considerablemente la petición de pena si se declaraba culpable, porque quiere demostrar que es inocente del delito contra la salud pública que se le imputa como cabecilla de un grupo de traficantes de droga. El juicio, en el que le pedirán nueve años de cárcel, será el próximo 7 de junio en Madrid.
Rafael Amargo confiesa tener problemas económicos
A pesar de que si reconocía los hechos, la Fiscalía proponía rebajar su petición de cárcel a más de la mitad, Rafael Amargo la ha rechazado porque "no existe delito", ya que Amargo no traficó con drogas y solo tenía droga en casa para consumo propio, como ha afirmado su abogado ante los medios.
"Este proceso es una barbaridad, se está sobredimensionando todo. Nunca he visto un linchamiento tan tremendo", ha añadido el letrado al referirse a esta causa y también a la detención del artista el pasado mes de marzo en Alicante, acusado de seguir traficando con drogas en varios pisos de Madrid.
Ahora mismo, Rafael Amargo se encuentra en libertad provisional con la prohibición de salir de España y declaró ante la juez que tiene dificultades económicas, por lo que viaja una vez por semana a Alicante para actuar en un local a cambio de 200 euros.
El bailaor Rafael Amargo, a su llegada a los juzgados de Alicante donde declaró tras ser detenido acusado, presuntamente, de traficar con drogas.
El bailaor se ha declarado inocente y ha reiterado que no se dedica a la venta de droga, sino que su relación con los estupefacientes es únicamente para consumo propio. Asimismo, ha señalado que está bajo tratamiento por enfermedad, que vive con sus padres, a los que los cuida, y que cuando comenzó la investigación policial le bloquearon las cuentas bancarias, con las consiguientes dificultades económicas que provocaron que tuviera que vender su vivienda.