Rocío Jurado y la polémica de su testamento. ¿Qué se llevó cada miembro de su familia?

Antes del estreno, aún sin fecha confirmada, de 'En el nombre de Rocío', ya sabemos que la nueva docuserie de Rocío Carrasco versará, casi al 100% sobre la parte más mediática de su familia materna, a la que hoy la hija de Rocío Jurado está enfrentada.

Cuando Carrasco comience a explicar el origen de estos enfrentamientos, tendrá que detallar, irremediablemente, cómo fue repartida la fortuna de su madre.

'La más grande' modificó su testamento sin darle explicaciones a nadie el día que anunciaba a los medios que padecía cáncer, dos años antes de morir. Pero... ¿en qué se diferenciaba la primera hoja de voluntades de la segunda?

Paloma García Pelayo ha sido la encargada de arrojar luz sobre este tema, y ha revelado todos los datos en OK Diario. Según relata la periodista, gran conocedora de todos los secretos del clan, la lectura del testamento de Rocío Jurado tuvo lugar en su casa de La Moraleja, 21 días después de su muerte.

Allí se reunieron Rocío Carrasco, Ortega Cano (representando también los intereses de Gloria Camila y José Fernando, aún menores), Amador Mohedano con Rosa Benito y Gloria Mohedano con su marido, José Antonio. Estos últimos recibían este mismo día la noticia de que no iban a ser los albaceas, como estuvo escrito anteriormente. En la modificación de su testamento, Jurado nombró repartidora de su herencia a Ana Iglesias, abogada e íntima amiga suya. 

Siguiendo el relato de García Pelayo, la herencia de Rocío Jurado estaba dividida en tres partes: la legítima, dividida a su vez en tres tercios para cada uno de sus hijos; un tercio de mejora exclusivamente para Rocío Carrasco, nombrada también heredera universal; y el último tercio, el de libre disposición, para Amador, Gloria, su ahijado Fernando y su secretario y amigo personal Juan de la Rosa. Ortega Cano quedaba fuera de la herencia de su mujer. 

La repartición de las fincas de Rocío Jurado hizo estallar la paz familiar

Tal y como dictaba la última voluntad de Rocío Jurado, su casa de La Moraleja fue para sus tres hijos y la Finca Los Naranjos para sus hermanos. Pero aquí se presentaba un problema legal: Los Naranjos era más cara que la vivienda de la cantante en la lujosa urbanización madrileña y, por ley, el tercio correspondiente a sus hermanos nunca puede ser mayor el que iba a ir a parar a sus herederos legítimos... es decir, sus hijos. 

Para solucionar este problema, la albacea dividió Los Naranjos en cinco partes: tanto Amador como Gloria Mohedano recibirían cada uno un 38% de la finca, Rocío Carrasco obtendría un 12% y Gloria Camila y José Fernando, un 6% cada uno. Este fue el gran detonante que hizo que todo saltase por los aires. 

Gloria y Amador estaban dispuestos a luchar por obtener la propiedad de la finca al completo: "José Antonio tomó el mando de la confrontación. Amén de declaraciones poco conciliadoras en los medios, pidió una segunda tasación a la baja", explica Paloma García Pelayo.

Un año después, revisión y acuerdo

En 2007, tras unos intensos meses de lucha familiar, por fin se firma un nuevo acuerdo en el que los hermanos de Rocío Jurado acatan la repartición de la albacea, incluso emiten un comunicado público para dejarlo todo claro. Pero lo que nunca salió a la luz es que también firmaron un acuerdo privado a través del cual, Amador y Gloria recibían la finca al completo. 

Según narra García Pelayo, Rocío Carrasco cedió su parte y "Ortega no pudo rechazar la oferta que se le puso sobre la mesa". 

¿Qué llevó a Rocío Carrasco a deshacerse de ese 12%? ¿A qué acuerdo llegó el torero en representación de Gloria Camila y José Fernando? Su intento de embargo del documental... ¿es para que esto no se haga público? 

'En el nombre de Rocío' nos sacará de dudas el próximo otoño.